domingo, noviembre 24, 2024
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“La sombra del apellido Marcos en el palacio de Malacañang”.

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La República de Filipinas, nación que reúne aproximadamente una población de 109.035.343, dicho territorio para el mundo occidental representa una distancia demográfica incalculable, pero no puede dejar de ser un fenómeno perplejo para analizar con detenimiento, en el ámbito social y político razón por la cual, a través de esta entrega periodística desarrollaremos algunos de sus acontecimientos más recientes.

El mundo y principalmente Latinoamérica, que junto a los actores políticos deben poner sobre la mesa la realidad latente de lo acontecido en los recientes comicios celebrados en Filipinas, donde resultó electo para un único periodo de 6 años el Senador Ferdinand Marcos Jr., apodado “Bongbong Marcos” y su compañera de boleta Sara Duterte actual alcaldesa de la ciudad de Davao.

“Bongbong Marcos”, hijo del Expresidente Ferdinand Marcos, ha sido un fenómeno político controversial a lo interno de la sociedad Filipina, por lo que sus acciones y su incidencia en la política local del país asiático permitió el retorno de la familia Marcos al palacio de Malacañang. Ferdinand Marcos Jr., desarrolló una campaña electoral orientada en tres pilares fundamentales, los cuales fueron: (Digitalización de la Campaña Electoral, No participación en los Debates Públicos determinados por la Ley y, por último, el gran apoyo de las familias más acaudaladas de la sociedad, siendo estas Duterte, Arroyo y Estrada).  

Las redes sociales en la sociedad Filipina representan un gran poder propagandístico de gran alcance, no solo en esta nación, sino en el mundo, aunque nos detendremos a analizar lo acontecido en este país asiático. Este alto impacto se refleja en plataformas como: Facebook, Twitter, Tik Tok, Youtube entre otras más. Estos fenómenos tecnológicos, fueron tomados en consideración por el actual presidente electo, con la finalidad de atraer a los consumidores de las ya mencionadas, siendo la juventud uno de sus grandes referentes, lo cual le permitió obtener el triunfo en primera vuelta con la totalidad de 30 millones de votos, siendo la cifra más alta obtenidas en las elecciones desde la vuelta de la democracia, a pesar de que estaban habilitados para votar 67,442,714 ciudadanos filipinos.

La victoria de ‘Bongbong’ Marcos no supondrá ninguna ruptura sustancial respecto al mandato de Rodrigo Duterte y es previsible que continúe con las principales políticas adoptadas por su antecesor. Asimismo, no hay que dejar pasar por alto el papel que tendrá Sara Duterte en su administración actual Vicepresidenta electa hija del Presidente Duterte, siendo esta el delfín político de su padre, quien deja el poder con una popularidad del 76% de la población, gracias a su lucha contra las drogas y el microtráfico en la sociedad filipina.

En los términos de la política exterior, deberá tratar de mantener un equilibrio en esta importante rama, dado que las Fuerzas Armadas y parte de la población ve con buenos ojos el seguir estrechando los vínculos con los Estados Unidos y la administración Biden-Harris, aunque en los últimos tiempos la administración Duterte confraternizó buenos vínculos bilaterales con la República Popular China y su líder Xi-Jinping, a pesar de las disputas entre ambas naciones sobre la soberanía de algunos territorios de ultramar, donde China ha tomado cabida a esas zonas con la anuencia del ejecutivo filipino, asunto que en materia de política exterior no ha sido visto con buenos ojos.

Es preciso destacar que Bongbong Marcos, durante su trayectoria política y su actual condición de mandatario electo constitucionalmente para un periodo de 6 años frente al ejecutivo, le perseguirá la sombra del autodenominado “Cleptócrata” de su padre quien gobernó la nación con mano dura desde 1965 hasta 1986, el cual para su desgracia goza del mismo nombre de su progenitor “Ferdinand Marcos”

Uno de los retos principales que tendrá que llevar a cabo la nueva administración será, la lucha contra el Ejército del Pueblo (NPA), siendo este el brazo armado del Partido Comunista de Filipinas, teniendo alta incidencia en 69 provincias de las 81 que conforman el territorio de Filipinas, será prudente que en las medidas de sus primeros días frente al ejecutivo inicie conversaciones de paz con esos grupos beligerantes, tal como hizo el presidente saliente Duterte ni bien llegó al poder en el 2016, esto será determinante para seguir propugnando los valores de paz que requiere la sociedad en el lejano continente asiático.

En conclusión, el presidente electo, tiene muchos retos por delante, no solo los ya antes mencionados, sino que tendrá que reorientar el camino de la recuperación social y económica, la cual fue golpeada bruscamente por los resabios dejado de la pandemia COVID-19, donde a eso se agrega las consecuencias de la Operación Militar Ucrania-Rusia y como último agravante la deficiencia en algunos servicios básicos acompañado de problemáticas como: delincuencia, tráfico de drogas y sobre todo la política migratoria, donde el presidente saliente ha luchado enérgicamente contra este flagelo.

Esperamos que los valores democráticos, sean la esencia de la administración Marcos-Duterte, dado que la esfinge central de la organización que los ha llevado al poder propugna representar los valores cristianos y sociales.

Dios, guíe al pueblo Filipino.

Por: Junior Perez.

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