domingo, noviembre 24, 2024
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Venezuela, Petrocaribe y la Diplomacia del Petróleo en tiempos de crisis.

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Desde el año 1958, la República Bolivariana de Venezuela ha desplegado una intensa “Diplomacia Petrolera”, tanto en el Caribe como para el resto de América Latina, aunque las luces de este periodo adquirieron un carácter mucho más activo a la llegada del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías al Palacio de Miraflores, donde desde el deceso del ex mandatario, esta bonanza paso a senderos oscuros.

La República Bolivariana de Venezuela, desde la asunción de Hugo Chávez Frías al ejecutivo en el año 1999 y su repostulaciòn en el año 2002, produjo cambios significativos en los términos de su política exterior, tanto en sus objetivos prioritarios, que más tarde le hicieron cambiar su posición ideológica y hasta geopolítica. Producto de los abanderados del nacionalismo bolivariano, permitieron la consagración de un personaje netamente activo y de alta visibilidad, no solo para su pueblo sino para todos los países del mundo. 

Se le atribuye la recomposición de Proyectos como ALCA, MERCOSUR, CARICOM, CELAC, UNASUR y hasta PETROCARIBE, siendo este último el de mayor alto impacto desde su fundación el 21 de Junio del 2005, esta alianza permitía a las naciones del Caribe comprar hasta 185.000 barriles de petróleo por día, donde también el resarcimiento por abastecer a esas economías era devuelto en alimentos y otros insumos para la nación bolivariana. Desde el inicio de este acuerdo energético, Venezuela pudo financiar la construcción de refinerías, patios de tanque, oleoductos y plantas hidroeléctricas en algunos países miembros como: Cuba, Nicaragua y sin dejar de lado la compra de acciones en países como República Dominicana.   

Naciones como: Antigua y Barbuda, Bahamas, Cuba, República Dominicana, Haití, Honduras, San Vicente y las Granadinas, Nicaragua, Jamaica y otras, se beneficiaban progresivamente de este programa, sin embargo, algunas de estas economías tuvieron ciertos impactos negativos en términos de crecimiento, lo cual, de ser un préstamo a largo plazo, se terminó convirtiendo en un subsidio poco rentable para muchos. 

Hoy en día, ha vuelto a ser objeto de conversación el impulso de este proyecto, a ello se refiere la actual coyuntura de la “Operación Militar entre Ucrania y la Federación de Rusia”. El mundo y principalmente Europa, tiene una conmoción por los precios del petróleo y los combustibles, situación que ha disparado las alarmas en torno a la inflación y demás motores de la economía de los países del viejo continente, aunque sin ir tan lejos los resultados a corto plazo ya empiezan a repercutir en América Latina y el Caribe.

Es por eso que, Estados Unidos y la Administración Biden-Harris, ha empezado a impulsar un plan de negociación con la Principal Petrolera PDVSA, con la finalidad de flexibilizar el comercio con esta empresa a futuro, aunque aún no ha manifestado la intención de importar el crudo pese a la crisis actual. Se recuerda que la empresa petrolera tiene sanciones desde el año 2017, impuestas por el ex-presidente Donald Trump, lo cual implica la prohibición de comercializar bonos del Tesoro venezolano en mercados financieros estadounidenses o hacer negocios directos con PDVSA.

Desde una mirada óptica, podemos apreciar que lo más favorable para las economías de América Latina y el Caribe, sería apartar los rasgos ideológicos en esta coyuntura tan difícil y principalmente en los ámbitos de los Hidrocarburos, debido a que si bien Caracas, no ha tenido una postura amigable en los términos democráticos y políticos a lo interno de su nación, será el pueblo Venezolano quien tenga que jugar un papel protagónico para la consolidación de la democracia y las libertades públicas en el país caribeño.

Hoy en día, la conmoción en América Latina es bien notoria, donde las naciones han atravesado una desaceleración en términos económicos producto de una crisis sanitaria del COVID-19, donde a ello se le suma el agravante del conflicto militar Ucrania-Rusia, que día a día va adquiriendo un alto impacto en las economías y en el ciudadano de a pie. Tal como expresa un dicho popular: “De las grandes crisis, están las mejores oportunidades”, es así como creemos, que, ante la inminente reconfiguración del sistema internacional y la diplomacia del Petróleo, Venezuela, tendrá la oportunidad de desempolvar la diplomacia del petróleo y volver a jugar un papel importante, no sólo para América Latina y el Caribe sino para él mundo. 

Veremos cual será el papel que jugarán nuestras naciones latinoamericanas en lo que respecta a esta crisis, dado que las consecuencias tendrían un tenue desastroso en términos de la proyección y el crecimiento a futuro. El diálogo, es la esencia de un uso correcto y adecuado de la diplomacia, donde él mismo impulsa al entendimiento de los pueblos que día a día se encaminan a un mundo más próspero e integral. Recordando que las relaciones son entre estados, no entre gobiernos.

Nos despedimos hasta una próxima entrega, con esta frase del Libertador Simón Bolívar: “La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”.

Por: Junior Perez.

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