China está flexibilizando el proceso de obtención de visados para los extranjeros que hayan recibido una vacuna china contra la COVID-19. La nueva medida se centra sobre todo en los solicitantes de visados para fines no turísticos que provengan de una lista de países que incluye a Japón, Israel, Pakistán y Filipinas.
Las autoridades chinas han anunciado que los viajeros que hayan recibido la vacuna china seguirán necesitando una prueba negativa de COVID-19 y una prueba de anticuerpos para acceder al país. Estas personas también tendrán que seguir los procedimientos de cuarentena y de observación dentro del territorio chino. China planea emitir una serie de certificados que servirán tanto como prueba de vacunación como para verificar el estado de salud. Beijing también ha afirmado que espera discutir temas relacionados con el reconocimiento mutuo de la vacunación con otros países.