La Catedral Primada de América, en Santo Domingo, se convirtió en el escenario solemne de la primera investidura de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén en el país. La ceremonia, marcada por una profunda tradición y devoción, fue presidida por su eminencia reverendísima Fernando Cardenal Filoni, acompañado por monseñor Francisco Ozoria Acosta, arzobispo metropolitano de Santo Domingo y Primado de América.
Un Acontecimiento Histórico:
La investidura, que incluyó a nuevos caballeros y damas de la Orden, representó un evento de gran importancia para la comunidad católica dominicana. Monseñor Ozoria destacó la relevancia de este hecho histórico, subrayando la trascendencia de recibir por primera vez en el país a una orden tan emblemática, dedicada a la defensa y promoción de los valores cristianos y al apoyo a Tierra Santa.
Llamado a la Humildad y el Compromiso:
Durante la homilía, el Cardenal Filoni exhortó a los nuevos miembros a vivir con humildad, caridad y un profundo compromiso. Les recordó la responsabilidad de trabajar en conjunto con los demás miembros de la Orden, siendo ejemplos de oración, paz y justicia, especialmente en Tierra Santa, un lugar de especial significación para la Orden.
Presencia de Autoridades:
La ceremonia contó con la participación de destacadas autoridades del país, entre ellas el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa. La asistencia de representantes gubernamentales y civiles evidenció la estrecha colaboración entre la Iglesia y el Estado en la promoción de valores morales y éticos en la sociedad dominicana.
Emotiva Ceremonia de Bendición:
El evento culminó con una emotiva ceremonia de bendición, donde los nuevos miembros de la Orden recibieron las insignias y capas que los identifican como parte de esta histórica institución. Este momento simbolizó su compromiso y la responsabilidad que conlleva ser parte de una Orden que tiene una misión tan noble.
Historia y Misión de la Orden:
La Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén es una institución de la Iglesia católica con una misión encomendada por el Santo Padre: apoyar a la Iglesia en Tierra Santa y fortalecer la práctica de la vida cristiana entre sus miembros. La devoción de Santa Elena, madre del emperador Constantino, fue crucial en su fundación. En el año 326, durante su viaje a Jerusalén, Santa Elena ordenó la construcción del templo de la Anástasis en el lugar donde se hallaba el Santo Sepulcro, estableciendo así los primeros canónigos sepulcristas encargados de acoger a los peregrinos.
La historia de la Orden, desde sus inicios hasta su misión actual, refleja un compromiso continuo con la fe y el apoyo a los lugares santos. La investidura en Santo Domingo no solo refuerza estos valores, sino que también marca un nuevo capítulo en la relación de la Orden con la comunidad católica dominicana.
