El Embajador de la República Dominicana en Türkiye, S.E. Elvis Alam Lora, invitó el pasado 4 de
julio en la sede diplomática, a la conferencia Capital y humanidad en épocas de turbulencias, pronunciada por los doctores en economía, Embajador José Serulle Ramia y Jacqueline Boin, creadores de la Fundación Ciencia y Arte en 1989.
Basada en la más reciente obra de la ilustre pareja Capital y Humanidad, la conferencia abordó los desafíos de los pueblos y Estados para alcanzar el desarrollo integral y la paz, y, por ende, la preservación de la diversidad biológica y cultural.
El Embajador Alam presentó a los ponentes, destacando el recorrido vital de sus aportes a la
comunidad científica de la República Dominicana y del Caribe, en combinación con su labor férrea
y permanente a favor del desarrollo de las comunidades.
El encuentro contó con la participación de los embajadores iberoamericanos en Türkiye, así como
de distintos representantes de Ministerios y de la prensa turca.
En su exposición los economistas hicieron el ejercicio de evaluar de forma resumida la relación
entre capital y humanidad en el contexto de las turbulencias que afectan la vida social mundial,
dando a conocer sus diferentes manifestaciones y a través de estas algunos de los factores que
las originan.
“En un mundo que se apoltrona en el olvido de todo lo que la humanidad ha hecho para llegar a
las sociedades de hoy y que se encierra en el presente sin saber hacia dónde se dirige la especie
humana, las perspectivas se ven reducidas al inmediatismo y, por qué no, en un cierto sentido,
al caos. Este es el pensamiento que, a simple vista, nos permite vislumbrar que densos nubarrones se ciernen sobre el devenir humano y sobre los súbitos cambios que experimenta el planeta en el que nos ha tocado vivir. Ahora bien, mantener los sueños de un mundo fraterno nos invita a estar convencidos de que lo aprendido de los distintos estadios vividos no ha sido en vano. La humanidad ha dado saltos cualitativos de notoria envergadura”, introdujo el Embajador Serulle.
La Dra. Boin señaló: “las turbulencias se presentan en diferentes formas: el alto poder de concentrar riquezas que acentúa la vulnerabilidad de las poblaciones pobres; las crisis económicas; el alto grado de inseguridad alimentaria y desnutrición; los atentados a la biodiversidad; la eliminación de lenguas y culturas, el aumento de luchas regionales por el acceso a la tierra y los recursos naturales”.
Serulle y Boin hicieron hincapié en que la coexistencia pacífica es la única manera de promover
el entendimiento entre los pueblos, así como el progreso material y espiritual de las naciones.
La parte final del encuentro dio paso a un interesante intercambio de interrogantes e ideas sobre el porvenir de la juventud y el papel que han de jugar los diplomáticos en el abordaje de los retos y soluciones desde un enfoque nacional y de unidad regional.