El gobierno de Estados Unidos, a través de un comunicado del secretario de Estado Antony Blinken, ha reconocido oficialmente a Edmundo González Urrutia como el legítimo vencedor de las recientes elecciones presidenciales en Venezuela, contradiciendo los resultados preliminares emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela que daban como ganador al actual presidente Nicolás Maduro.
Según Blinken, «Estados Unidos y, más importante aún, el pueblo venezolano, reconocen que González Urrutia ha obtenido la mayoría de los votos». Este anuncio llega después de que el CNE declarara a Maduro ganador con el 51.2% de los votos frente al 44.2% de González, en un conteo que solo incluyó el 80% de los colegios electorales.
La oposición venezolana, encabezada por María Corina Machado, ha denunciado fraude en el proceso electoral, sosteniendo que poseen pruebas que demuestran la victoria de González Urrutia. Estados Unidos ha respaldado estas afirmaciones, citando un informe del Centro Carter que cuestiona la legitimidad de los comicios por no ajustarse a los estándares internacionales.
En respuesta, Maduro ha criticado la intervención de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela, acusando a la oposición de intentar un golpe de Estado. Paralelamente, ha anunciado que buscará una revisión judicial de las elecciones.
El conflicto electoral ha escalado a nivel internacional, con líderes como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente colombiano, Gustavo Petro, apoyando la necesidad de una verificación imparcial de los resultados. Mientras tanto, las tensiones continúan en Venezuela con manifestaciones tanto de la oposición como del chavismo.
Este reconocimiento por parte de Estados Unidos podría marcar un punto de inflexión en las relaciones diplomáticas y en la estabilidad política de la región, subrayando la división entre los aliados internacionales de Maduro y los gobiernos que buscan una transición democrática en Venezuela.
