Ministro administrativo resalta la valentía del presidente Abinader al proponer reforma fiscal
Santo Domingo.- El ministro administrativo de la Presidencia, Andrés Bautista García, considera que la presentación del proyecto de modernización fiscal es necesario a pesar del costo político que pudiera representar en la actualidad, siendo una de las razones que en el pasado impidieron su anuncio y ejecución.
“Aquí tenemos dos caminos: seguir tomando prestado hasta caer en el abismo o hacer esta reforma; no hay una posición dictatorial pero no se puede permitir que se desnaturalice el objetivo, que es precisamente conseguir recursos para poder pagar”, expresó Bautista.
Durante una entrevista en el programa radial “El Gobierno de la Mañana” de la emisora Z101, Bautista García, indicó este jueves que la propuesta de reforma no es para perjudicar ni para beneficiar a nadie sino para enfrentar problemas que debieron de atenderse anteriormente y por temor al costo y por irresponsabilidad no se materializó.
“Luis Abinader ha tenido la valentía de asumir este golpe político por el país. Todos vamos a tener que sacrificarnos para no perder más; sabemos el costo político que tiene, pero hay que tener responsabilidad porque si no puede salir más caro”, indicó el ministro.
Sostuvo, además, que el proyecto de ley no tiene la intención de aplicar ventajas o desventajas a sectores o entes particulares sino de tener como opción principal recursos para evitar seguir tomando prestado a los organismos internacionales.
En su intervención, Bautista García, enfatizó que hay que asumir la propuesta de reforma fiscal con responsabilidad debido a que el presidente Luis Abinader pudo optar por endeudar el país y no lo hizo.
“Era más fácil para el presidente seguir tomando prestado y en el 2028 irse dejando ese problema como hicieron otros por el costo electoral. Asumamos esto con responsabilidad y sepamos que esto es para el bien del país”, señaló.
El ministro destacó que el gobierno dominicano tiene como finalidad instaurar un legado basado en la transparencia y la eficiencia, el cual consideró como ejes “innegociables”, que se enmarcan en las funciones públicas.