viernes, enero 10, 2025
spot_img
InicioInternacionales¿A quién pertenece el Golfo de México y puede cambiarse su nombre?

¿A quién pertenece el Golfo de México y puede cambiarse su nombre?

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a generar polémica tras proponer el cambio de nombre del Golfo de México por «Golfo de América». En una reciente conferencia en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, Trump argumentó que Estados Unidos hace «la mayor parte del trabajo allí» y que un nuevo nombre sería «apropiado y hermoso».

La propuesta, aunque sin detalles concretos, provocó reacciones inmediatas tanto dentro como fuera de Estados Unidos. La congresista republicana Marjorie Taylor Greene anunció su intención de presentar un proyecto de ley para oficializar el cambio. Sin embargo, este planteamiento enfrenta no solo el rechazo político de países como México y Cuba, sino también desafíos legales e históricos.

El Golfo de México: un cuerpo de agua compartido

El Golfo de México, con una extensión de más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados, es una cuenca oceánica ubicada entre el océano Atlántico y el mar Caribe. Este cuerpo de agua baña las costas del este de México, el sureste de Estados Unidos y el occidente de Cuba.

Cinco estados mexicanos tienen litoral en el golfo: Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. Por parte de Estados Unidos, los estados de Florida, Alabama, Misisipi, Luisiana y Texas también tienen costas en el golfo, al igual que las provincias cubanas de Pinar del Río y Artemisa.

Económicamente, el golfo es vital para todos los países que lo rodean. Para Estados Unidos, representa el 14% de su producción de petróleo y el 5% de su gas natural seco. En México, el golfo es la principal fuente de petróleo, un motor clave de su economía.

Un nombre con siglos de historia

El término «Golfo de México» aparece en mapas europeos desde el siglo XVI. Mapas como el de Baptiste Boazio, cartógrafo de Francis Drake, y el de De Bry de 1591 ya utilizaban esta denominación. Aunque algunos documentos de la época lo llamaron «Golfo de Nueva España», el nombre «Golfo de México» prevaleció y sigue en uso desde hace más de 400 años.

El nombre no se refiere al estado moderno de México, sino a una palabra náhuatl usada por los aztecas para describir la región de la actual Ciudad de México.

Reacciones internacionales: entre la ironía y el rechazo

La propuesta de Trump no tardó en recibir respuestas firmes desde México. La presidenta Claudia Sheinbaum ironizó: «¿Por qué no le llamamos América Mexicana (a Estados Unidos)? Suena bonito». Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, descartó cualquier cambio al nombre: «El Golfo de México seguirá llamándose así dentro de 30 años. No nos vamos a enganchar en este debate».

Cuba no ha emitido declaraciones oficiales, pero la propuesta también afectaría su soberanía, pues el golfo incluye aguas territoriales cubanas.

¿Es posible cambiar el nombre?

Para realizar un cambio de nombre en un cuerpo de agua internacional, se necesitaría la aprobación de todos los países involucrados y de organismos como la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y la Organización Hidrográfica Internacional.

Incluso si México y Cuba se opusieran, Estados Unidos podría utilizar mecanismos internos para oficializar el nuevo nombre en su territorio. La Junta de Estados Unidos para Nombres Geográficos (BGN, por sus siglas en inglés) es responsable de aprobar o rechazar estas propuestas.

Históricamente, se han llevado a cabo cambios de nombres geográficos en Estados Unidos. En 2015, el presidente Barack Obama logró que el monte McKinley fuera rebautizado como monte Denali, en honor a su nombre nativo. Sin embargo, cambiar el nombre del Golfo de México tendría implicaciones mucho más amplias, afectando mapas, cartas náuticas y acuerdos internacionales.

Un debate que trasciende fronteras

Más allá del simbolismo, la propuesta de Trump pone en evidencia la complejidad de las relaciones internacionales en la región. El Golfo de México es un espacio compartido que refleja siglos de historia, comercio y convivencia entre los países que lo rodean.

Aunque el cambio de nombre podría ser aprobado dentro de Estados Unidos, su reconocimiento internacional parece improbable, manteniendo el «Golfo de México» como un símbolo de identidad regional y un recordatorio de su importancia económica y cultural para América Latina.

Most Popular

Recent Comments