Desde el triunfo de la Revolución maoísta en aquel 1949 y el exilio de Chiang Kai Shek en la Isla de Taiwán, siendo esta última una República con poco reconocimiento internacional, lo cual ha disparado las alarmas entre el gigante asiático y los Estados Unidos de Norteamérica.
Taiwán siempre ha sido un tema sensible para las relaciones entre China y los Estados Unidos, dado que para el Beijing que dirige hoy Xi Jinping, donde esta isla representa la provincia número 23 de la China Continental. Sin embargo, el apoyo que ha brindado Estados Unidos a Taipéi en términos militares, económicos, políticos, por parte de china esto ha sido manifestado como una injerencia directa en los asuntos internos del país que siguen con el precepto de una sola china.
Esta venta de armamento militar hacia Taiwán ha disparado las tensiones entre ambos estados, lo cual repercute en la confraternidad y la paz que permanece en el tablero geopolítico actual pese a la situación sanitaria que está atravesando el mundo. Este conflicto ya ha venido permeando desde la asunción de Donald Trump donde este potencializó el apoyo logístico militar a la nación asiática. Cabe resaltar que la administración Biden y los demócratas han tratado de suavizar las tensiones, pero estos esfuerzos han sido sumamente bajos, dado que Beijing trata cada vez más de aislar a Taiwán, lo cual esto sería sumamente preocupante, dado que los países que apoyaban a Taipéi cada día van retirando su apoyo y adoptando más confraternidad con el gigante asiático y adecuándose al principio de una sola china
Taiwán, podría seguir siendo un gran aliado para los países latinoamericanos y el mundo, pese a que se restablecieron las relaciones con la nación de Mao Zedong, no hay que dejar de lado todo el apoyo que brindó esta pequeña isla en Asia a muchos de los países que desde 1949 tuvieron los vínculos bilaterales y potenciando los grandes acuerdos y beneficios en cooperación internacional.
China y Taiwán, seguirán siendo tendencias en este nuevo multilateralismo, por lo que esperamos que el principio de una sola china no logre desatar una gran confrontación de estas dos naciones en este trayecto hacia una agenda multilateral compleja, ojala que los organismos multilaterales e internacionales puedan hacer los grandes esfuerzos para que estas dos naciones asiaticas logren consensuar sus diferencias y seguir hacia el progreso y el desarrollo que las ha caracterizado.
Por: Junior Pérez.
