Por: Miguel Cohn. Economista. Diplomático de Carrera. mcohn@prodiaspora.org
A través del decreto 337-24, República Dominicana ha emprendido una ambiciosa iniciativa de planificación a largo plazo: El Plan META RD 2036. Su objetivo es claro: duplicar el Producto Interno Bruto (PIB) real; mejorar la calidad de vida; reducir la pobreza extrema y fomentar un crecimiento más inclusivo, sostenible y competitivo.
Celebramos esta iniciativa que marca un hito en la historia de la planificación nacional. Sin embargo, resulta preocupante que, en su arquitectura institucional y sectorial, la diáspora dominicana no esté representada e incluida.
Hablamos de una población de más de dos millones de dominicanos y dominicanas que viven fuera del territorio nacional y que, solo en los primeros cinco meses del 2025, enviaron más de 4,900 millones de dólares en remesas. Cifras que representan más del 8.5% del PIB proyectado en el año y que superan a sectores completos en términos de aporte económico, como minería, zonas francas y tecnología.
La diáspora no solo contribuye con remesas. También impulsa el turismo, protagoniza la inversión inmobiliaria, motoriza la demanda de bienes y servicios locales y el fortalecimiento de las relaciones internacionales. Desde ProDiáspora, una organización sin fines de lucro que busca revalorizar a los dominicanos residentes en el exterior como motor del desarrollo, consideramos que ha llegado el momento de institucionalizar su participación.
En tal virtud, proponemos la creación de un Comité Sectorial de la Diáspora dentro de META RD 2036. Esta estructura permitiría articular las políticas, programas e inversiones que vinculen a nuestros emigrantes con los objetivos nacionales. Su composición debe incluir al Ministerio de Industria y Comercio, al Ministerio de Relaciones Exteriores, a ProDominicana, a Proindustria, la Dirección General de Aduanas, Banreservas, al Banco Central, a representantes de la diáspora y especialistas en economía migratoria y diplomacia comercial.
Uno de los ejes fundamentales para justificar esta inclusión es el papel que la diáspora ha jugado —y sigue jugando— como principal actor de la estabilidad macroeconómica nacional. Basta observar los datos del Informe de los flujos de remesas durante el mes de mayo del Banco Central: en 2025 se proyecta que las remesas alcanzarán cerca de 12,000 millones de dólares, una cifra que se equipara al nivel actual de las reservas internacionales (una de las más alta históricamente). Esta relación no es fortuita. Durante los últimos 25 años, las remesas han sido una fuente constante de divisas, estabilizando el tipo de cambio, protegiendo las reservas y actuando como un colchón frente a crisis externas. Este comportamiento convierte al dominicano en el exterior en un pilar silencioso, pero determinante, de la estabilidad económica nacional.
Adicionalmente, urge construir una agenda legislativa que inserte efectivamente en el marco jurídico nacional de manera transversal al componente diáspora. Esto permitiría que los dominicanos en el exterior incrementen su acceso a beneficios, incentivos y protecciones legales, fiscales y comerciales de forma tal que se potencialice su contribucion al desarrollo nacional. Estas acciones abrirían las puertas para facilitar inversiones extranjeras ancladas en la confianza y conexión cultural que ofrece la diáspora.
La ausencia de la diáspora en la estructura de META RD 2036 no es solo una omisión técnica; es una oportunidad desaprovechada. Por lo que incorporarla es reconocer que el desarrollo de la República Dominicana no se limita a su territorio, sino que se expande más allá de sus fronteras. Justo allí donde exista un dominicano aportando, invirtiendo, enviando y representando.
Pero vamos más allá. Al igual como sucede con el Gabinete del Agua, el Gabinete de Salud o el Gabinete de Transformación Digital, propugnamos por un ente de alto nivel interinstitucional con capacidad de coordinación de políticas públicas, programas especiales y mecanismos de seguimiento para garantizar que el potencial de la diáspora se traduzca en resultados concretos para el país: el Gabinete de la Diáspora.
En ProDiáspora estamos convencidos que el futuro de República Dominicana también se construye con y desde la diáspora. Por eso hacemos este llamado a las autoridades, al sector privado y a la sociedad civil porque es hora de incorporar –y reivindicar– a nuestra comunidad allende los mares como auténtica protagonista del desarrollo nacional.
Este es el primero de una serie de artículos desde donde pretendemos visibilizar, analizar y proponer estrategias concretas que alineen el potencial de la diáspora con las metas-país de las próximas décadas.