La pandemia global que estalló entre diciembre de 2019 y enero del 2020 en la Ciudad China de Wuhan, y que en Febrero y Marzo de 2020 se extendió por gran parte del mundo, trajo consigo un sin número de consecuencias no solo en el ámbito sanitario, sino a nivel catastrófico a nivel económico, social, educativo y hasta climático.
Para comprender un poco la dimensión y la magnitud del surgimiento de esta pandemia, hay que remontarse a que a mediados de Marzo, Abril y Mayo del 2020, meses que la epidemia azotaba a los diversos países principalmente de Europa, Asia y América, la República Popular China hizo envíos de suministros médicos a los países afectados por la pandemia a modo de auxilio, lo cual recobró fuerza la nueva manera de Diplomacia que iba a atravesar el actual multilateralismo, dado que la forma en la cual China hizo su colaboración fue de manera desinteresada y con la intención de hacer acto de presencia en el nuevo tablero geopolítico que se había conformado años atrás. Mientras el Gigante Asiático realizaba esta operación de nueva diplomacia, Europa, Unión Europea y sus estados miembros fueron incapaces de vertebrar una respuesta común y solidaria a la pandemia, se vio a una Europa septentrional desentendiéndose de la meridional.
La primera ayuda que recibieron Italia, España y Francia, fue precisamente de la República Popular China y la administración de Xi Jinping, mientras que, desde Alemania, Países Bajos y Bélgica se negaban a ofrecer ningún auxilio económico a los países del Sur. Esto ha dejado evidenciado el poco papel protagónico de las potencias anteriores, tal es el caso que en el acontecer histórico y en las series de televisión Los Estados Unidos aparecen como la potencia que salva al mundo de todos los males.
En conclusión, las potencias hegemónicas han perdido la preponderancia que tenían en épocas anteriores. Sin embargo, hay que mirar muy de cerca los grandes pasos que va dando China en torno al nuevo escenario y la configuración de la Diplomacia Sanitaria, donde ha tenido una incidencia fundamental en el ámbito de la Cooperación, esperamos que las potencias del viejo continente puedan mirar muy de cerca estas observaciones, dado que el mundo va a seguir teniendo un sostenimiento principalmente de Beijing en esta nueva agenda de la época post covid.
Por Junior Perez
