La Paz, Bolivia. — Rodrigo Paz Pereira y Edmand Lara asumieron este sábado los cargos de presidente y vicepresidente de Bolivia, marcando el fin de casi 20 años de gobiernos de izquierda encabezados por Evo Morales y Luis Arce. Con la ceremonia en la histórica Plaza Murillo, el país andino abre un nuevo capítulo político bajo el lema de “Dios, familia y patria”.
El vicepresidente Lara, un expolicía que alcanzó notoriedad por su discurso anticorrupción en redes sociales, fue el primero en llegar al acto con el uniforme de gala de la Policía Nacional. Luego de jurar su cargo, presidió la sesión legislativa en la que participaron decenas de delegaciones internacionales, entre ellas los presidentes Javier Milei (Argentina), Gabriel Boric (Chile), Daniel Noboa (Ecuador), Santiago Peña (Paraguay) y Yamandú Orsi (Uruguay), además de representantes de Estados Unidos, la Unión Europea y organismos multilaterales.
Paz Pereira llegó minutos después, caminando bajo la lluvia sin paraguas, vestido con traje oscuro y corbata azul. Tras recibir el juramento de Lara, exclamó con firmeza: “¡Dios, familia y patria! ¡Sí, juro!”, dando inicio oficial a su mandato.
En su discurso inaugural, el nuevo presidente agradeció la lluvia, a la que llamó “una bendición de la Pachamama”, y aseguró que representa un “buen augurio” para el país. Sin embargo, rápidamente su tono se tornó crítico hacia las gestiones anteriores.
“Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas, ni mucho menos una Bolivia de espaldas al mundo”, afirmó.
Paz acusó a los gobiernos de Morales y Arce de dejar un país “devastado” y “paralizado por la burocracia”, con las reservas internacionales más bajas en tres décadas, inflación creciente y una profunda división social.
“Nos dejan una economía quebrada, mercados vacíos, salarios que no alcanzan y una nación endeudada moral y materialmente. Nos traicionaron, y la traición se paga, porque el costo lo han llevado los más humildes”, subrayó.
En alusión directa a sus predecesores, lanzó una de las frases más comentadas del día:
“¿Dónde está el mar de gas que prometieron? Evo, ¿dónde está el litio? Arce, ¿dónde está el litio?”.
El nuevo mandatario aseguró que ya comenzaron a ingresar cisternas de diésel y gasolina al país y prometió una gestión basada en la “verdad y la eficiencia”. Su propuesta de gobierno, resumida en la idea de un “capitalismo para todos”, busca reactivar la economía, atraer inversión extranjera y reconstruir la confianza institucional tras años de crisis política y económica.
Con su llegada al poder, Rodrigo Paz —hijo del expresidente Jaime Paz Zamora— simboliza el retorno de una nueva generación política que promete dejar atrás los viejos enfrentamientos ideológicos. Su gran desafío será demostrar que el cambio prometido puede traducirse en estabilidad y resultados concretos para un país que, entre la esperanza y el escepticismo, comienza una nueva etapa.
