Washington Heights, Nueva York. – En un emotivo y multitudinario acto celebrado frente a la Iglesia de la Encarnación, en la avenida Saint Nicholas con la 175th Street, cientos de familias se dieron cita para participar en la novena edición de la tradicional entrega de pavos y alimentos organizada por el empresario y líder comunitario Rubén Luna, presidente de Diplomacia por la Paz Mundial (DWP).
La actividad contó con la presencia de líderes comunitarios, representantes religiosos, voluntarios, miembros de Emaús, empresarios colaboradores, así como el cónsul dominicano en Nueva York, Jesús Vásquez, quien valoró la contribución social de Rubén Luna y su inquebrantable compromiso con las familias más vulnerables del área.
En esta edición, más de 5,000 personas fueron beneficiadas con la entrega de un pavo y una funda de más de 50 libras de productos esenciales para preparar una cena completa del Día de Acción de Gracias.
Acción de Gracias: una tradición de unidad, fe y gratitud
Cada año, el cuarto jueves de noviembre, los Estados Unidos celebran el Día de Acción de Gracias, un momento que invita a reflexionar sobre la unión familiar y la solidaridad. En este marco, la entrega organizada por Diplomacia por la Paz Mundial (DWP), con el apoyo del sector empresarial, se ha convertido en un símbolo de servicio, compromiso social y acompañamiento a las familias más vulnerables de Washington Heights.
“El Día de Acción de Gracias es un momento de unidad y gratitud”, expresó el cónsul Jesús Vásquez. “Este gesto engrandece al ser humano y demuestra el profundo amor por nuestra comunidad”, agregó al resaltar el liderazgo altruista de Rubén Luna.
Rubén Luna, empresario de larga trayectoria y exdiputado de Ultramar, será reconocido próximamente con el “Special Award”, galardón otorgado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su proyecto para América Latina Women Together, por sus aportes al desarrollo social, la solidaridad y la integración de la comunidad latina.
Rubén Luna: una historia de esfuerzo, superación y servicio
Nacido en Santiago de los Caballeros y criado en una familia humilde como uno de doce hermanos, la historia de Rubén Luna es un testimonio vivo de perseverancia y superación. De niño enfrentó duras limitaciones económicas—al punto de no poder asistir al funeral de su abuelo por no tener una camisa adecuada—pero desde los seis años cultivó su vocación de servicio y emprendimiento ayudando a su madre en una pequeña tienda de abarrotes.
A los 15 años emigró con su familia a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, iniciándose en un supermercado del Alto Manhattan como empacador y repartidor. Su disciplina, visión y determinación lo llevaron, en 1982, a convertirse en socio del mismo establecimiento, marcando el inicio de una exitosa carrera empresarial.
Hoy, Rubén Luna es reconocido como uno de los empresarios dominicanos más influyentes radicados en Nueva York. Sin embargo, su mayor orgullo no está en los negocios, sino en su compromiso con la comunidad. A través de iniciativas como la Casa del Dominicano en el Exterior y múltiples acciones humanitarias, ha brindado apoyo a migrantes, familias vulnerables y comunidades afectadas por emergencias.
Su trayectoria refleja el sueño americano, pero también un principio inquebrantable: nunca olvidar sus raíces y siempre extender la mano a quienes más lo necesitan.
