Santiago de Chile. El líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, fue electo presidente de Chile tras obtener una amplia victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas este domingo, imponiéndose a la candidata de izquierda Jeannette Jara.
Con el 83 % del escrutinio oficial, Kast alcanzó el 58 % de los votos, frente al 41 % obtenido por Jara, quien había encabezado la primera vuelta electoral celebrada en noviembre. Tras conocerse los resultados preliminares, la candidata reconoció su derrota y felicitó al mandatario electo.
“La democracia habló fuerte y claro. Me he comunicado con el presidente electo José Antonio Kast para desearle éxito por el bien de Chile”, expresó Jara a través de sus redes sociales.
La victoria de Kast se explica, en buena medida, por la transferencia de votos de los candidatos de derecha que quedaron fuera en la primera ronda, luego de recibir el respaldo del libertario Johannes Kaiser y de la representante de la derecha tradicional, Evelyn Matthei. A ello se sumó una parte importante del electorado que en la primera vuelta apoyó al economista antisistema Franco Parisi, quien obtuvo cerca del 20 % de los sufragios.
La elección estuvo marcada por un elemento inédito: fue la primera elección presidencial en Chile con voto obligatorio, lo que incorporó a más de cinco millones de ciudadanos que sufragaron por primera vez bajo esta modalidad y generó incertidumbre sobre el comportamiento del electorado.
Abogado de profesión, Kast disputó la presidencia por tercera vez con un discurso centrado en la “mano dura” frente a la inseguridad y la migración irregular, así como en la reducción del gasto público. Su triunfo consolida un cambio de rumbo político tras cuatro años de gobierno de izquierda encabezado por Gabriel Boric.
Por su parte, Jara, exministra del Trabajo, representó a una coalición que agrupó a la izquierda y la centroizquierda, con una propuesta enfocada en el fortalecimiento de las políticas sociales y el rol del Estado.
La campaña estuvo marcada por una fuerte polarización y por el contraste entre dos modelos de país, en una de las elecciones más definitorias del escenario político chileno reciente..
