Campañas digitales sin sustento buscan sembrar pánico sobre el principal banco estatal, pese a los informes oficiales que confirman su solidez.
Por Kinller E. Moquete, M.Sc.
En las últimas semanas, las redes sociales han sido utilizadas para difundir rumores alarmistas sobre una supuesta quiebra, desfalco o insolvencia del Banco de Reservas de la República Dominicana (Banreservas). Videos, reels y publicaciones virales han llegado a comparar a la entidad con el colapso de Baninter, sin aportar evidencias verificables ni respaldo documental.
Estas narrativas —impulsadas desde cuentas influyentes en Facebook, Instagram, YouTube y X— hablan de “robos a ahorrantes”, “fondos congelados” y “hoyos financieros”, generando inquietud innecesaria entre depositantes y ciudadanos. Sin embargo, un examen riguroso de la información oficial demuestra que tales versiones carecen de fundamento y responden más a estrategias de desinformación que a hechos reales.
El Informe sobre el Desempeño del Sistema Financiero durante 2025, publicado por el Banco Central de la República Dominicana, confirma que el sistema financiero nacional mantiene altos niveles de solvencia, liquidez y rentabilidad. Los activos totales del sistema superan los RD$4.1 billones, la morosidad se mantiene en apenas 1.9%, y el coeficiente de solvencia alcanza 17.07%, muy por encima del mínimo legal establecido por la Ley Monetaria y Financiera.
Banreservas, como parte central de este sistema, no presenta alertas de riesgo ni hallazgos negativos por parte de la Superintendencia de Bancos. Por el contrario, lidera indicadores de inclusión financiera y mantiene niveles sólidos de capitalización, captaciones y respaldo estatal.
Incluso los casos aislados de irregularidades internas —como los ocurridos en sucursales específicas— han sido debidamente judicializados y no representan fallas sistémicas ni comprometen la estabilidad del banco. Utilizarlos para construir narrativas de quiebra resulta, además de irresponsable, profundamente engañoso.
La difusión de rumores falsos sobre entidades financieras no es un asunto menor. La legislación dominicana, y más específicamente, la ley monetaria y financiera No. 183-02, sanciona con penas de hasta 10 años, la propagación de información que pueda afectar la estabilidad del sistema bancario, precisamente porque este tipo de prácticas puede provocar pánico financiero, corridas bancarias y daños económicos de gran escala.
El uso responsable de las redes sociales, en un marco, más que nacional, regional e internacional marcado por la incertidumbre, destaca la confianza como un activo estratégico de los Estados.
Socavar deliberadamente la confianza en el sistema bancario nacional mediante desinformación no fortalece la democracia ni el debate público: debilita instituciones, afecta ahorrantes y pone en riesgo la estabilidad económica del país.
La discusión crítica es legítima; la mentira viral, no. Frente al ruido digital, los hechos siguen siendo claros: Banreservas es una entidad sólida, regulada y respaldada por datos oficiales verificables.
En todo caso, soy de opinión de que deben tomarse acciones legales prioritarias contra quienes fomenten rumores infundados, de modo que se garantice la confianza y estabilidad del sistema financiero nacional.
Es de buenos ciudadanos, de civismo, detener esta propagaciónirresponsable de rumores que solo busca perjudicar a todo el país.
