Por Dra. Ana Idalia Castellanos de Kranwinkel Embajadora, Directora de Cumbres y Foros Políticos
Walter Issacson, director de la revista norteamericana Times, calificó el siglo XX como
. Otros lo han llamado “El siglo de la vanguardización” o “El siglo de las luces y sombras”.
Este siglo llega y encuentra un mundo inmerso en guerras con sus subsecuentes tratados de paz, pero que estará lleno de descubrimientos científicos y tecnológicos.
Un mundo librando luchas por los derechos humanos, entre ellas, la de las mujeres para ejercer el voto; y en cuyas primeras dos décadas ocurren acontecimientos que incidieron en el desarrollo del mismo como la Entente Cordiale, entre Reino Unido y Francia; la guerra entre los imperios japonés y el ruso de los zares; Albert Einstein lanza la teoría de la relatividad; China gobernada por la dinastía Quing daría paso a la República de China; Emiliano Zapata y Pancho Villa entran triunfantes a la ciudad de México; ocurre la revolución bolchevique o revolución rusa; mientras República Dominicana vive la invasión militar por los Estados Unidos de 1916 a 1924.
Entre tanto se desata la primera guerra mundial de 1914 a 1918, al término de la cual, en 1919, se crea la Sociedad de Naciones, mediante el Tratado de Versalles «para
que era preciso y urgente un compromiso mediante el cual pudieran reunirse para plantear los problemas y buscar soluciones comunes.
Surge así la Diplomacia de Cumbres, que debemos abordar desde los fundamentos de la diplomacia multilateral.
en 1945, por la Organización de las Naciones
Unidas (ONU).
Pocos años más tarde, tanto los países de América como de Europa, entienden que se hace necesario crear organismos regionales, surgiendo así, por un lado, la Organización de Estados Americanos (OEA), en 1948, y la Comunidad Europea del Carbón y el Acero de 1951, organismo que evoluciona hasta la hoy conocida como Unión Europea. República Dominicana se adscribió como miembro fundador tanto de la ONU como de la OEA.
«Uno de los siglos más sorprendentes: inspirador, espantoso a veces, fascinante
siempre»
promover la cooperación internacional y para lograr la paz y la seguridad». Los 45
países firmantes tanto del Tratado de Paz como del Acta Constitutiva de este
Organismo entendieron
Sin embargo, esta Sociedad de Naciones no pudo evitar la II Guerra Mundial (1939-
1945), siendo finalmente sustituida,
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De igual manera, comienzan a surgir los mecanismos de integración multilateral en el contexto regional, subregional y birregional que intensifican la realización de las cumbres y por ende la diplomacia de cumbres, reuniendo así a los Jefes de Estado y de Gobierno en espacios que permitirían crear consensos en temas de interés mutuo a través del intercambio de opiniones y visiones comunes.
La década de los 90 fue vital para los mecanismos de integración, pues fue en esos años cuando se crearon los más exitosos de nuestra región intensificando así la realización anual de Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno.
Pero para valorar aún más esta década y los motivos que despertaron el interés de los países a participar en los mecanismos de integración regionales, es prudente mirar en retrospectiva los hechos ocurridos que cambiaron la política mundial. En 1989 cae el muro de Berlín reunificando a Alemania y dando inicio a la caída de la “cortina de hierro” en 1991 que simbolizó el fin de la conocida guerra fría. Es en ese mismo año cuando surge MERCOSUR con el Tratado de Asunción; y en 1992 se firma el Tratado de Maastricht que convierte a la Comunidad Económica Europea en Unión Europea.
Es precisamente en esta década de los 90 cuando, como resultado de la unión de los países que conformaron el Grupo Contadora, en 1983, cuyo objetivo era lograr la paz en Centroamérica, y el Grupo Amigos de Contadora de 1985. Surge también el Grupo de Rio un “Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política”, que con los años fue ampliándose hasta reunir a los países de América Latina y dar inicio a la relación biregional con la Unión Europea.
De igual manera, en 1991, se crea la Comunidad de Naciones Iberoamericanas de la que República Dominicana es país fundador. En la Declaración Política de esta I Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Conferencia Iberoamericana, cito: “Con especial beneplácito nos hemos congregado, por primera vez en la historia, para examinar en forma conjunta los grandes retos que confrontan nuestros países en un mundo de trasformación. Nos proponemos, por ello, concertar la voluntad política de nuestros gobiernos para propiciar las soluciones que esos desafíos reclaman y convertir el conjunto de afinidades históricas y culturales que nos enlazan en un instrumento de unidad y desarrollo basado en el diálogo, la cooperación y la solidaridad”.
LA DIPLOMACIA DE CUMBRES (PARTE II)
El siglo XXI inicia con atentados terroristas a las Torres Gemelas en New York, en Madrid, Londres, Bombai, entre otros; en 2001 los Estados Unidos provocan la guerra de Afganistán, luego en 2003 la de Irak que terminará con la muerte de Sadam Hussein, en 2004; la Unión Europea hace su mayor ampliación con diez nuevos Estados; y el grupo terrorista IRA abandona las armas, en 2005.
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Y en ese mundo convulso la diplomacia multilateral adquiere más relevancia y la participación de República Dominicana dentro de los Mecanismos de Integración se hizo cada vez más activa. Ejemplo de esto es su ingreso al Grupo de Rio en el 2000, acogiendo en el 2008 la XX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno.
Dicha Cumbre, que reunió a la casi totalidad de Jefes de Estado y de Gobierno del Grupo, es el mejor ejemplo de la importancia de la Diplomacia de Cumbres, pues allí se planteó, discutió y solucionó la delicada situación reinante en ese momento sobre la incursión de Colombia en el espacio aéreo de Ecuador para bombardear un campamento de las FARC situado en territorio ecuatoriano. Esta situación que pudo haber terminado de una manera dramáticamente negativa para ambos pueblos suramericanos, fue compartida por los jefes de Estado allí presentes hasta buscar una salida pacífica que le dio el nombre a Santo Domingo como Capital de la Paz.
En 2010, luego de un período de transición, el Grupo de Río se convierte en lo que hoy conocemos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños –CELAC. República Dominicana como miembro del Grupo de Rio permaneció activo en este período de transición hacia la CELAC, de la cual ostentó la Presidencia Pro Tempore -PPT- en 2016, dirigiendo los trabajos con miras a la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Bávaro, dejando como resultado una Declaración Política, un Plan de Acción y 20 Declaraciones Especiales sobre temas de interés para la región.
Durante la SPT de Grupo de Rio en 2008, así como de la PPT de la CELAC en 2016, República Dominicana tuvo a bien guiar las reuniones de la relación birregional de estos dos mecanismos con la Unión Europea, dejando logros palpables con el consenso de todos.
De igual forma, República Dominicana ha ostentado la SPT de la Conferencia Iberoamericana en dos ocasiones, la primera en 2002 y actualmente para el bienio 2021-2022, con miras a la celebración de la XXVIII Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno.
Sin embargo, a pesar del gran trabajo realizado, y la importancia que todos los países otorgan a las Cumbres, la multiplicidad de las mismas, afectó su credibilidad, no solo por la cantidad, sino por no producir resultados concretos, más allá de incalculables y extensos documentos como declaraciones políticas, declaraciones especiales, entre otros, que carecían de fuerza y sentido sobre los temas abordados.
Esto ha llevado a los Mecanismos de Integración a un proceso de reflexión con la finalidad de revalorizarlos, redefinir los ejes temáticos y reforzarlos, así como para distanciar la celebración de las mismas, siendo ahora, en algunos casos, de dos años, estableciendo reuniones de Cancilleres en los años intermedios, en las cuales se
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evalúan los avances realizados hasta el momento. Como ejemplo podemos citar la integración birregional CELAC-UE y las Cumbres Iberoamericanas.
De igual manera, se está trabajando en producir documentos más cortos, más precisos, concisos, eficaces, con resultados que impacten positivamente en nuestras comunidades.
Así, la segunda década del siglo XXI nos llega con las secuelas de la crisis económica mundial de 2008, y urge a los líderes mundiales a buscar propuestas que puedan llevar al mundo a reiniciar el avance. Estos se reúnen en la Organización de las Naciones Unidas de donde emana, en 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y su agenda 2030, con la finalidad de buscar la protección de los ciudadanos, así como, del medio ambiente, todo esto haciendo énfasis en la igualdad y en las alianzas para lograr la prosperidad de todos en un hábitat sostenible.
El 2019 termina incubando una condición que afectó al mundo, cuyo impacto marcó el inicio del 2020, con el desarrollo y la proliferación del COVID-19, hasta convertirse en pandemia y sumirnos en una situación que nos afectó a todos por igual, sin importar el escenario político interno de cada país, ni las condiciones económicas, llegando a todos los rincones de la tierra.
Y en todo este contexto, la sociedad y sus dirigentes parecen haber entendido la necesidad de avanzar unidos, debatiendo ideas sobre la recuperación conjunta, porque solo así se podrían enfrentar los desafíos que nos afectan, afianzando el multilateralismo el sitial que le corresponde, recobrando las cumbres su importancia, en busca de un desarrollo sostenible y sobre todo sin dejar a nadie atrás.
“Si quieres llegar rápido, camina solo, si quieres llegar lejos, camina acompañado”. Proverbio africano.
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