Hoy, 10 de junio de 1935, marca un hito en la historia de la lucha contra la adicción a las bebidas alcohólicas: la fundación de Alcohólicos Anónimos (AA), una organización que ha sido un faro de esperanza para millones de personas en todo el mundo.
AA nació de la necesidad desesperada de dos hombres, Bill Wilson y el Dr. Bob Smith, quienes se encontraron en Akron, Ohio, con el objetivo de ayudarse mutuamente a mantenerse sobrios. A partir de este encuentro, surgió la idea de crear una comunidad de apoyo para personas que luchan contra la adicción al alcohol. Este encuentro fue el inicio de un movimiento que ha transformado la vida de innumerables individuos y familias.
La importancia de AA radica en su enfoque en la recuperación a través de la comunidad y la espiritualidad. Basándose en los Doce Pasos y las Doce Tradiciones, AA ofrece un espacio seguro y acogedor donde los miembros pueden compartir sus experiencias, fortalezas y esperanzas, sin juicio ni prejuicio. Esta camaradería es fundamental para la recuperación de muchos, ya que brinda apoyo emocional y una red de personas que entienden verdaderamente los desafíos que enfrentan.
Alcohólicos Anónimos ha crecido desde sus modestos comienzos en Akron, Ohio, hasta convertirse en una presencia global. Actualmente, AA está presente en más de 180 países en todo el mundo, con miles de grupos de apoyo que se reúnen regularmente para ofrecer apoyo mutuo y aliento en el camino hacia la sobriedad.
En cuanto a la presencia de AA en la República Dominicana, la organización ha extendido sus alas a nuestro país. Con grupos de apoyo activos en varias ciudades importantes, AA ofrece un refugio para aquellos que buscan liberarse del control del alcohol y reconstruir sus vidas. La presencia de AA en la República Dominicana es un testimonio del alcance global de la organización y su compromiso con ayudar a aquellos que luchan contra la adicción en todo el mundo.
Alcohólicos Anónimos ha sido un faro de esperanza y un salvavidas para innumerables personas en todo el mundo desde su fundación hace casi un siglo. Su enfoque en la comunidad, la espiritualidad y el apoyo mutuo lo convierte en una fuerza poderosa en la lucha contra la adicción al alcohol, ofreciendo una luz en la oscuridad para aquellos que buscan un camino hacia la sobriedad y la recuperación.
