Sí, porque hace falta mucho valor para amar, para amar de verdad, no para darle un uso flexible y relajado a esa palabra donde hoy cualquiera dice te amo sin sentirlo. Amar es aceptar, es comprender, es perdonar, es tolerar, es servir y entregarse al otro con todas las fuerzas de la vida, con el alma, no solo con el cuerpo, en el caso del amor carnal y romántico. Amar es querer volver al otro siempre luego de cualquier desavenencia, es querer lo mejor para esa persona, es tenerla presente y hacerla presente en nuestra vida, amar es respetar, es pedir perdón las veces que haga falta. Amar es abrazar, y mirar a los ojos y encontrar en ellos la ventana del corazón y el espejo del alma y querer vernos reflejados en los ojos de la otra persona. Amar es estar dispuestos a romper nuestros esquemas, a abrir nuestra mente y nuestra vida y adaptarnos a convivir con otra persona, porque nos place comprometernos y buscar el camino de la armonía en la interacción con la persona amada, persona que es distinta a nosotros, porque tiene otro origen, otras costumbres, historias y marcas de vida que la hacen ser, lo que hoy conozco de el o de ella.
Amar es querer permanecer, es preocuparnos y ocuparnos y que hacerlo nos plazca genuinamente, amar es entregarnos, es dar generosamente, lo mucho, lo poco, los pequeños detalles, el beso, el abrazo, la atención, el tiempo, el calor.
Amar es agarrar en tiempos donde la gente dice que hay que soltar, amar es encontrar cada día una nueva razón y recordar fielmente las razones que nos hicieron conectar con esa otra persona, amar es confiar, aunque estemos llenos de miedo, es dar sentido a la vida con un mayor motivo para respirar porque nos perdemos y encontramos a nosotros mismos en el ser amado.
Amar es ser humilde, aunque a veces nos quiera ganar el ego y el orgullo, pero el amor prevalece. Amar es ser vulnerable y al mismo tiempo ser fuerte, porque lo mismo que nos hace débil nos llena de valentía para levantarnos cada vez que haga falta, amar es ser responsables con nosotros mismos y con el ser amado, es ser leales y honestos, en público, en privado y a espaldas del ser amado.
Amar es ser amable, es ser justo, es ser integro, es decir la verdad.
Amar es definitivamente para valientes, para los que se sobreponen al dolor y al temor, para los que quieren tener una llama encendida para vivir, esa chispa divina que se parece a Dios. Amar de verdad, es una conexión espiritual.
Ojalá podamos amar y ser amados y nunca dejar ir al verdadero amor si Dios nos da la dicha de encontrarlo.