Bolivia vivirá el 19 de octubre una segunda vuelta presidencial inédita entre el senador Rodrigo Paz Pereira y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, en unas elecciones que marcan el fin de dos décadas de dominio político del Movimiento al Socialismo (MAS).
Según los resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con más del 90% de los votos escrutados, Paz (Partido Demócrata Cristiano) obtuvo un 32,08% de respaldo, mientras que Quiroga (Alianza Libre) alcanzó el 26,94%. Muy por detrás quedaron Samuel Doria Medina (19,93%) y Andrónico Rodríguez (8,15%). El MAS, que gobernó Bolivia desde la victoria de Evo Morales en 2005, sufrió una derrota sin precedentes al quedar en sexto lugar con apenas 3,14%.
La jornada electoral, con una participación del 78,55%, se desarrolló sin incidentes. El presidente Luis Arce celebró el proceso como pacífico y transparente, pese a la fuerte tensión social y económica que atraviesa el país, con una inflación de casi 25%, escasez de combustibles y devaluación de la moneda.
Dos proyectos enfrentados
Rodrigo Paz, de 57 años, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, se presentó como un rostro de renovación política de centro, acompañado por Edmand “el capitán” Lara, un outsider popular que capitalizó parte del voto antisistema. Paz, que no figuraba entre los favoritos en las encuestas, dio la sorpresa al encabezar la primera vuelta con un discurso moderado y conciliador.
Jorge Quiroga, de 65 años, expresidente entre 2001 y 2002, encarna la experiencia y la oposición frontal al MAS. Con un perfil conservador en lo político y liberal en lo económico, apela a sectores opositores más tradicionales, aunque enfrenta el reto de conquistar al electorado moderado.
El derrumbe del MAS
La gran noticia de esta elección fue el desplome del MAS. Fragmentado por disputas internas, el partido llegó dividido tras la salida de Arce de la carrera, la candidatura de Andrónico Rodríguez y el llamado al voto nulo de Evo Morales, inhabilitado judicialmente. Los votos nulos superaron el 18%, cifra muy superior a la de comicios anteriores.
Un nuevo ciclo político
Por primera vez desde la instauración del sistema de balotaje en 2009, las elecciones se definirán en segunda vuelta. El próximo presidente tendrá el desafío de cerrar el ciclo del masismo, gobernar en medio de la peor crisis económica en cuatro décadas y responder a un país marcado por la fragmentación política.
El 19 de octubre, Bolivia decidirá entre la promesa de renovación de Rodrigo Paz y la experiencia de Tuto Quiroga, en lo que ya se perfila como un cambio histórico en la política boliviana.