Cuando nos llega una invitación, se trata de un gesto amable por parte del anfitrión. Sin embargo, en ocasiones, estas invitaciones pueden no ser de nuestro agrado, o quizás no encajen en nuestro calendario, incluso si no estamos en un estado emocional o profesional propicio para participar en eventos sociales.
En esta época del año, que está repleta de celebraciones como angelitos, Friendsgiving, Thanksgiving y almuerzos navideños, es común recibir múltiples invitaciones y compromisos. Desde bodas hasta divorcios, se celebra de todo. Desde el momento en que recibimos una invitación, surge la responsabilidad de tomar una decisión.
A pesar de nuestras razones para declinar una invitación, es crucial hacerlo con cortesía y respeto, evitando así herir los sentimientos de la persona que nos ha extendido la invitación.
Rechazar una invitación implica cierto riesgo.
Aunque optemos por declinarla de manera respetuosa, no todos reaccionan de la misma manera. Algunas personas pueden ofenderse si les decimos que no asistiremos a su evento. Por otro lado, hay quienes sienten cierta dificultad en decir «no». Para algunas personas, decir «no» puede parecer descortés, mientras que para otros es simplemente una muestra de honestidad y respeto. Lo fundamental es hacerlo sin herir sentimientos ni causar molestias.
Cuando rechazamos una invitación, estamos dando una respuesta negativa. Hacerlo de manera educada significa encontrar un equilibrio entre ser honestos y considerados. Es esencial mostrar empatía hacia la persona que nos invitó, tratando de comprender cómo se sentirían si estuvieran en nuestra situación.
No es necesario dar largas explicaciones ni detalles innecesarios al rechazar una invitación, ya que esto podría complicar la situación. Evitemos las excusas vagas o poco convincentes, ya que podrían dar una impresión negativa.
Incluso cuando no podemos asistir a un evento o celebración, es importante expresar gratitud. Nuestra ausencia no implica falta de agradecimiento por la invitación y por haber pensado en nosotros.
7 frases para rechazar una invitación de forma educada:
- ‘Lo siento, ya tengo un compromiso previo.’
- ‘Aprecio tu/vuestra invitación, pero estaré de viaje en esa fecha.’
- ‘Lamentablemente, no es un buen momento para mí.’
- ‘No tengo ganas/fuerzas después de… un fallecimiento de un ser querido, una enfermedad, etcétera.’
- ‘Agradezco la invitación, pero tengo obligaciones familiares que no puedo desatender.’
- ‘Desafortunadamente, no puedo asistir por cuestiones personales.’
- ‘Me encantaría asistir, pero tengo otros planes para ese día.’
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