Por: Jhanel Ferreras
Mercadógo y Comunicador
La reciénte cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, concluyó con grandes espectáctiivas y promesas para ambos bloques económicos.
El encuentro entre dos mundos vuelve a reeditarse 531 años después, cuando tres embarcaciones salieron del puerto de Palos, Europa, el 3 de agosto del 1492, navegando al sol poniente hacia las Indias, y tocando tierra en Guanahaní, el 12 de octubre del 1492.
Un suceso que cambió el curso de la humanidad para siempre, cerrando la Edad Media e iniciando la Edad Moderna.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, médico y ex Ministra de Defensa alemana, definió la cumbre como «un nuevo comienzo para viejos amigos.»
La estrega diplomática de la UE, para detener la incidencia China en el comercio mundial, se denomina «Global Gateway» donde prometen una inversión para América Latina de unos 45 mil millones de euros, en los renglones energéticos, salud, medio ambiente, seguridad, educación, transporte e investigación.
La cumbre celebrada en Bruselas, terminó con una declaración diplomática, condenando la guerra en Ucrania, firmada por 59 países de los 60 participantes.
Entre la UE y America Latina, existen importantes vínculos sociales, como la democracia, religión y los DDHH, aunque también grandes diferencias históricas como los abusos de poder, el saqueo, las guerras y la falta de equilibrio.
Europa es la madre patria de toda américa, todos los países del continente americano provienen de las poblaciones europeas, excepto Haití, que es herencia africana, y ejemplo vivo de las explotaciones de Europa en el muevo mundo.
Desde el origen de la humanidad existe un principio inexorable, «El que paga, manda» dicho esto está claro que la UE, es quien anuncia la inversión de 300 mil millones de euros, desde 2021 al 2027 en su estrategia geopolítica Global Gateway.
América Latina tiene en sus manos la cuota energética más importante del mundo, aunque su gran debilidad está en la falta de Integración, cohesión e innovación de sus países, debilidad heredara desde finales del siglo XVIII y principios del XIX donde obtuvieron su independencia la mayoría de los países que hoy integran la CELAC.
Los Europeos fueron preparados y bien coordinados a la cumbre, incluso la visita de Importante miembros de la UE, previamente a países de América Latina, dejó claro que no improvisaron, nada es fortuito, hasta las cortesías y salutaciones de Emmanuel Macron, a varios presidentes de América Latina fueron parte del poder blando para lograr allanar el camino de la declaración final. (Caso Cuba y Venezuela por ejemplo).
América Latina, necesita confirmar un cuerpo diplomático que asuma la región con un espíritu de cuerpo como los europeos, que trabaje de forma permanente en los intereses de la región, sin sectarismo, ni injusticias, donde todos sean parte del bienestar y el desarrollo.
Al mundo le espera grandes retos, que sólo la unidad inteligente podrá ayudarnos.
Europa ha sido inteligente en el acercamiento, aprendieron que hoy tenemos otras condiciones, a diferencia de la barbarie de Francisco Pizarro y el fraile Vicente de Valverde, que en 1532, hicieron preso a Atahualpa quitándole todo el oro y la plata que pudieron.
Hoy 531 años después en los mismos territorios del imperio Inca, se encuentra la mayor reserva de Litio del mundo y ése es el renglón más importante de la cumbre.
La mirada hacia la América Latina no es fortuita, Ucrania es el quinto mayor productor de trigo del mundo, el tercer exportador de maiz, y produce el
46% de todo el aceite de girasol de la humanidad.
Mientras Rusia suministra la mitad de los fertilizantes del mundo y tenía la mayor cuota energética de Europa.
América Latina tiene el petróleo, litio, nitrógeno verde, vientos, sol, agua y alimentos que el resto del mundo necesita, solo nos queda transitar la ruta de la unidad de los pueblos, con inteligencia, sin egos, con la solidaridad verdadera para poder avanzar con fortaleza y prosperidad ante un mundo cada día más interconectado.
De todos depende que el nuevo encuentro 531 años después entre dos mundos, esta vez sea más equilibrado, justo y verdadero.
El autor es
Diplomático, catedrático y político.