sábado, enero 11, 2025
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Cumplimiento Ley de Autismo : ¿Manzana de la discordia?

Por: Esperanza Benítez

En los últimos días se ha colocado sobre el tapete, nueva vez, la Ley 34-23 de “Atención, inclusión y protección para personas con trastornos del espectro autista”. 

Como preámbulo, hagamos un recuento desde las vistas públicas hasta la promulgación de la ley y la emisión del reglamento de aplicación.

• Oct. 2022: La Comisión Bicameral llevó a cabo vistas públicas, donde se escucharon tanto voces a favor como disidentes (entre ellas la nuestra).  Quienes estuvimos en desacuerdo con la pieza, aludíamos a que la misma era (y es) redundante con respecto de la Ley 5-13 sobre discapacidad; que resultaba excluyente y discriminatoria frente a otras condiciones de discapacidad.  En nuestro caso particular, presentamos además información fehaciente de otros países donde una ley de autismo no ha repercutido en mejoras de servicios para esa población; así como recomendaciones en función de nuestra realidad y marco legal vigente. 

• Junio 2023:  El Poder Ejecutivo promulga la Ley 34-23 

• Julio 2024: El Poder Ejecutivo emite el Decreto 403-24 con el Reglamento de Aplicación.  Concomitantemente, mediante comunicado de prensa, señaló que “en la pieza aprobada por el Congreso que en la pieza aprobada por el Congreso Nacional hay elementos que deben ser objeto de oportunas mejoras y reformulaciones.” Se promulgó el reglamento “para beneficiar a las personas con TEA en el menor plazo posible, bajo el compromiso de asumir las tareas pendientes”. Continúa diciendo el comunicado que la labor de revisión “parte del interés del Gobierno de garantizar a toda persona que presente cualquier tipo de discapacidad, ser beneficiario de los derechos que se desprenden de su dignidad humana, por lo que la regulación sobre la discapacidad debe atender a criterios de inclusión”, reza el comunicado.  

En ese orden, el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, puntualizó que “la ley tiene elementos que redundan en beneficio de las personas con Trastorno del Espectro Autista, más allá de las posibles debilidades de diseño”, expresando además su preocupación por la posible dispersión que ocasionaba frente al régimen general en materia de discapacidad”.

La Mesa de Diálogo por el Autismo señaló “deficiencias y vacíos en el Reglamento de Aplicación que “amenazaban su operatividad.”   En nuestra opinión, las mismas vienen derivadas de la misma Ley, que debió ser observada o vetada.

Hoy día se reclama al Estado el incumplimiento a la Ley en el 2024; sin embargo, debemos preguntarnos:

• ¿Es posible el cumplimiento de la Ley sin una partida presupuestaria asignada?. Recordemos que el Reglamento se aprobó a mediados 2024

• ¿Puede entrar en vigor una ley, cuando desde su origen debía ser objeto de “oportunas mejoras y reformulaciones”?

• ¿El Estado debe velar sólo por la población con TEA, como prioridad incluso en la asignación de recursos, dejando de lado otras situaciones de discapacidad?

• En lo que respecta al TEA, ¿es cierto que “estamos varados” en la prestación de servicios por el incumplimiento a esta Ley?

La respuesta a todas estas interrogantes es “NO”.

En este escenario, mientras esos aspectos se corrigen, ¿qué podemos y debemos hacer para mejorar la oportunidad y calidad de los servicios de tal forma que impacte no sólo a las personas con TEA, sino a todo ciudadano en condición de discapacidad?

• Apostemos a la búsqueda de soluciones conjuntas, viables, objetivas. 

• Aportemos al proceso, tomando como referencia nuestro marco legal (Constitución, Leyes 87-01, Ley 5-13, 42-01; entre otras), así como de las buenas prácticas, experiencia y formación que dispongamos.

• No busquemos “culpables”, identifiquemos alternativas para superar los obstáculos. 

Y no, no es un llamado al conformismo, se trata de ser realistas.  Nada ganamos centrándonos en discusiones que, muy probablemente, no lleven a alguna parte mientras los nuestros continúan necesitados de servicios.

Entendamos que las diferencias enriquecen, edifican, si son objetivamente canalizadas y expresadas.  Si abogamos por la inclusión, actuemos en consecuencia. Creo firmemente estamos en buen momento, pues todo parece indicar que CONADIS, al fin, está dando pasos para jugar completamente el rol que le corresponde. 

Remar juntos, en un mismo sentido, rinde más frutos y nos puede hacer llegar a puerto seguro a todos.  En la unión está la fuerza

La autora es madre de un joven con TEA, activista por la causa y Directora Ejecutiva Fundación Una Nueva Esperanza (UNE)

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