Desde la presidencia de Barack Obama su vicepresidente hoy actual presidente de los Estados Unidos Joseph Biden mantenía la postura de que no era viable la permanencia de las fuerzas de seguridad de los Estados Unidos en Afganistán, sin embargo si retraemos la historia y observamos el comportamiento de Kennedy en base al conflicto de Vietnam donde este consideró a vietnam como un eslabón decisivo en la posición geopolítica general de los Estados Unidos en ese entonces, siendo el gigante norteamericano el virtual dominante del tablero geopolítico después de la segunda guerra mundial, pero la actualidad refleja una diferencia abismal en base al sistema internacional, donde la nación del “Tío Sam” también se enfrenta en ese dominio con el gigante asiático y con el Kremlin
La decisión de Biden tiene diversas vertientes desde el marco regulatorio del Derecho Internacional, así como también en los deseos y voluntades de la sociedad estadounidense donde han manifestado el terrible gasto que se destina a la permanencia en Kabul de las fuerzas del gigante del norte. En el reglamento establecido por el Consejo de Seguridad y la Carta de las Naciones Unidas en su Art. 2.3 manifiesta la existencia y el amparo del “Ius Cogens” donde los países tienen prohibido el uso de la fuerza, este a la vez exhorta a que los países deben de buscar la solución por métodos alternativos y pacíficos, donde en caso que este recurso se agote tiene la debida libertad el consejo de seguridad de enviar sus fuerzas de seguridad para así mantener el respeto democrático de una nación en conflicto, siendo este caso la capital afgana.
Si bien el Consejo de Seguridad deberá de mediar en esta situación con los talibanes en una mesa de diálogo, esto se verá sumamente complicado, dado que estos grupos radicales no creen en las vías de mediación para la resolución de estos conflictos, por lo que Estados Unidos tendrá que poner en práctica métodos que les puedan ayudar a la resolución de este problema internacional y evitar así que China y Rusia puedan jugar un papel imponente en esta crisis y también que su política exterior no se convierta en un fracaso o afrontar la humillación de lo acontecido en vietnam.
Esperamos que el Consejo de Seguridad pueda tomar un rol más activo y evitar así un desastre internacional donde se siga poniendo en riesgo la vida de los inocentes. En conclusión, no solo tendrá que observar a Rusia y a China sino también a los países vecinos tales como Irán, Pakistán y Turkmenistán, donde el primero acaba muy recientemente de elegir a un gobierno conservador con algunas de las ideas radicales de los talibanes que gobiernan hoy las calles de Kabul.
Sea usted el Jurado.
Por: Junior Pèrez.
