Día de las Madres: Dedicado a los hijos que quedaron sin abrazos tras la tragedia del Jet Set
Se aproxima el Día de las Madres y muchas familias en nuestro país se preparan para celebrar con alegría, flores, almuerzos familiares y viajes ese día tan especial. En otras familias se siente un silencio muy profundo que atraviesa la vida de quienes enfrentarán esta fecha con un nudo en la garganta, el alma hecha pedazos y el corazón buscando sentido entre tanto dolor.
Queremos referirnos a esos hijos e hijas que perdieron inesperadamente a sus madres en la tragedia de Jet Set, un hecho que nos sacudió profundamente y que ha marcado en todos los niveles a la sociedad dominicana, atravesando clases sociales, generaciones y geografías.
Un dolor que late, que no ha pasado desapercibido, que transita entre todos porque sus huellas están a la vista: en las miradas perdidas, en los ojos apagados de quienes quedaron, que reflejan una ausencia a la que cuesta poner palabras; en los abrazos que ya no llegan; en el silencio que ha invadido espacios que antes estaban llenos de amor, de color y vida.
Este mensaje es para ustedes.
Sabemos que no hay palabras ni consuelo suficientes, no los hay. Que es demasiado pronto para hablar de fortaleza. Que el duelo apenas comienza y la ausencia pesa con toda su crudeza. Que el vacío es inmenso y la vida parece suspendida en muchas preguntas sin respuesta. Que la cabeza da vueltas, que el alma se pierde en el dolor…
Y al acercarse el Día de las Madres, queremos recordarlas con el más profundo respeto con el que pueden ser recordadas… y abrazarlas simbólicamente donde ellas se encuentren. Aunque la celebración duela, nuestro país las lleva muy presentes en el corazón. Sus madres viven en nuestra memoria colectiva y también en cada gesto, cada lágrima, cada intento por continuar.
Ustedes no están solos. Sus nombres importan. Su dolor importa. Y aunque el camino será largo, hay manos dispuestas a acompañarles: en cada lágrima, en cada paso, en cada intento por levantarse, en cada noche difícil. Porque acompañar es estar, contener. Y hay quienes sabrán estar, con respeto, con cuidado, con amor.
Honrando a las madres
Deseamos que este próximo Día de las Madres, aun teñido de dolor y nostalgia, sea un tributo merecido a esas madres que les dieron la vida, que los amaron con todo su ser y que dejaron en ustedes huellas imborrables de amor, fuerza y ternura. Que su recuerdo no solo duela, sino que también inspire a seguir adelante, paso a paso, con ellas siempre presentes en el alma.
Y también queremos rendir tributo a ustedes, por resistir lo impensable. Que sea el amor de sus madres desde lo alto que los motive y que ellas puedan sentirse orgullosas de cómo cada uno pudo enfrentar la vida.
Con respeto y profunda solidaridad,
Lissette Cabrera – Psicóloga Clínica
Terapeuta Familiar
Duelos – Trauma
lissettecabrera@gmail.com