El 21 de mayo se celebra el Día Internacional del Té, una ocasión ideal para redescubrir esta bebida milenaria que, además de reconfortar, puede aportar múltiples beneficios a la salud. Aunque el café suele tener más protagonismo por su intensidad y efecto estimulante, el té —en sus diversas variedades— ofrece una combinación más equilibrada entre energía, bienestar y calma.
Una de las principales razones para considerar el té como una alternativa saludable es su menor contenido de cafeína. Mientras una taza promedio de café puede contener entre 80 y 100 miligramos, el té suele aportar entre 20 y 60 miligramos, dependiendo del tipo. Esto lo convierte en una opción ideal para personas sensibles a la cafeína o para quienes buscan mantenerse activos sin experimentar efectos como nerviosismo, insomnio o palpitaciones.
Además, existen infusiones completamente libres de cafeína, como la manzanilla o el rooibos, que aportan propiedades relajantes y antioxidantes, perfectas para quienes desean un momento de calma sin estímulos.
Más allá de la cafeína, el té destaca por su alto contenido en antioxidantes naturales, como los flavonoides, polifenoles y catequinas. Estos compuestos vegetales contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas e incluso ciertos tipos de cáncer. El té verde, por ejemplo, es rico en EGCG, un antioxidante que protege la salud celular, mientras que el té negro aporta teaflavinas beneficiosas para el corazón.
Pero el té también tiene un elemento único que lo diferencia del café: la L-teanina. Este aminoácido, presente sobre todo en las hojas de té verde y negro, favorece la concentración y al mismo tiempo reduce la ansiedad. El resultado es una sensación de alerta tranquila, ideal para mantener la mente enfocada sin el “subidón” y la caída que suele provocar la cafeína del café.
Para quienes desean integrar hábitos saludables de forma sencilla, sumar unos minutos de caminata al día o incorporar una taza de té a su rutina diaria puede marcar la diferencia. El té no solo hidrata y nutre; también invita a la pausa, a la contemplación y al equilibrio.
Ya sea verde, negro, blanco o una infusión sin cafeína, el té ofrece una experiencia más allá del sabor: es un ritual de bienestar accesible, adaptable y lleno de beneficios para el cuerpo y la mente. Una buena razón para levantar la taza y brindar por una vida más saludable, sorbo a sorbo.
