Santo Domingo, 29 de mayo de 2024 — El Estado palestino, una entidad en el corazón de uno de los conflictos más prolongados y complejos del mundo, fue proclamado hace más de 35 años por líderes palestinos en el exilio. Este evento marcó el inicio de una larga lucha por el reconocimiento y la soberanía en el escenario internacional.
Historia y Proclamación del Estado Palestino
El 15 de noviembre de 1988, en medio de la primera intifada, Yasser Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), proclamó unilateralmente la independencia del Estado palestino con Jerusalén como su capital. Este histórico anuncio tuvo lugar en Argel, durante una sesión del Consejo Nacional Palestino en el exilio. La proclamación adoptó la visión de una solución de dos Estados: uno israelí y uno palestino coexistiendo pacíficamente.
Inmediatamente después de la proclamación, Argelia fue el primer país en reconocer oficialmente al Estado palestino. En las semanas siguientes, muchos otros países, incluidos la mayoría de los Estados árabes, así como China, India y Turquía, también extendieron su reconocimiento. Posteriormente, casi todos los países africanos y las naciones del bloque soviético hicieron lo mismo, estableciendo una base amplia de apoyo internacional.
Reconocimiento Internacional
Desde 2010, varios países de América Latina, como Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador, Chile, Perú y Uruguay, han reconocido oficialmente al Estado palestino. Anteriormente, Venezuela, Cuba, Nicaragua y Costa Rica ya lo habían hecho. Posteriormente, se sumaron Colombia, Honduras y El Salvador, demostrando una clara distinción respecto a la política de Estados Unidos, el principal aliado de Israel.
La Autoridad Palestina, bajo el liderazgo de Mahmud Abás, ha llevado a cabo una ofensiva diplomática para ganar apoyo en organizaciones multilaterales. En 2011, la Unesco se convirtió en la primera agencia de la ONU en admitir a Palestina como miembro pleno, una decisión que provocó la retirada temporal de Israel y Estados Unidos del organismo. En una votación histórica en noviembre de 2012, la Asamblea General de la ONU otorgó a Palestina el estatus de Estado observador, lo que facilitó su adhesión a la Corte Penal Internacional (CPI) en 2015.
En 2014, Suecia se convirtió en el primer miembro de la Unión Europea en reconocer al Estado palestino. Esta decisión fue seguida por otros países europeos como Bulgaria, Chipre, Hungría, Polonia, República Checa y Rumanía, que habían tomado esta medida antes de unirse a la UE.
Más recientemente, España, Irlanda y Noruega anunciaron su reconocimiento oficial del Estado palestino, elevando a 145 el número total de países que lo reconocen de los 193 miembros de las Naciones Unidas. Esta oleada de reconocimientos fue impulsada en parte por el reciente estallido de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
Controversias y Reacciones
El reconocimiento del Estado palestino ha generado tensiones significativas, especialmente con Israel, que ve estas acciones como una amenaza a su seguridad y legitimidad. Estados Unidos, aliado cercano de Israel, ha utilizado su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear la plena membresía de Palestina en la ONU.
En Europa, la postura sobre el reconocimiento del Estado palestino ha sido variada. En 2024, España, Irlanda y Noruega rompieron con la política de muchos países occidentales al reconocer oficialmente a Palestina. Francia también ha señalado que el reconocimiento de un Estado palestino «ya no es un tabú», aunque subraya que la decisión debe ser tomada en el momento adecuado. Eslovenia y Malta han expresado su disposición a reconocer al Estado palestino cuando las circunstancias sean propicias.
El reconocimiento del Estado palestino continúa siendo un tema crucial y controvertido en la política internacional. Con más de 145 países reconociendo su independencia, la esperanza es que estos esfuerzos diplomáticos puedan facilitar una solución pacífica y justa en la región. Sin embargo, el camino hacia la plena soberanía palestina y una paz duradera sigue siendo complejo y desafiante, reflejando la profunda división y los numerosos obstáculos que aún deben superarse.