El ex presidente francés Nicolas Sarkozy, declarado culpable de corrupción y tráfico de influencias.
La sentencia del juicio que le llevó al banquillo de los acusados por corrupción y tráfico de influencias, por el que la Fiscalía pidió contra él dos años de prisión firme y que determinará su futuro político, informa Efe. El hombre que dirigió Francia entre 2007 y 2012 puede ver definitivamente truncada su carrera pública. El Ministerio Público también pidió otros dos años de cárcel exentos de cumplimiento.
Sarkozy, de 66 años, está acusado de haber maniobrado en 2014 para obtener informaciones confidenciales de parte de un alto magistrado en otra investigación abierta contra él a cambio de conseguirle un puesto en Mónaco. El caso fue descubierto por los investigadores en las escuchas telefónicas intervenidas entre el ex presidente y su abogado, Thierry Herzog, en el marco de una tercera investigación judicial contra él.
Durante la vista, que tuvo lugar en noviembre y diciembre pasados, Sarkozy negó las acusaciones, mientras sus abogados se obstinaron en tratar de invalidar las escuchas telefónicas, a su juicio protegidas por el derecho a la confidencialidad entre un cliente y su abogado. La validez de esas pruebas, que el tribunal tendrá que valorar en su sentencia, parece clave para determinar el sentido de su veredicto, que mantendrá pendiente a la clase política francesa, sobre todo a la derecha, todavía muy atenta a la suerte de su último representante en habitar en el Elíseo.