Por Lucy Esther Díaz
51 millones de electores, de los cuales casi 5 millones de italianos residentes en el extranjero. Por vez primera los votantes con 18 años pueden elegir a los senadores, anteriormente la edad màinima para ello eran 25 años.
Se estrena una banda que se desprende de la boleta llamada sello anti-fraude, la cual se deposita en una urna diferente a la de las boletas. Al momento del conteo, la cantidad de boletas y de bandas debe coincidir.
Se elegirán 600 representantes (400 diputados y 200 senadores). Anteriormente eran 600 y 300 respectivamente. 75 símbolos fueron aceptados, de 101 presentados, el porcentaje mínimo es 3%.
La ley electoral es el Rosatellum como en las elecciones del 2018. 2/3 de los parlamentarios (380 de ellos) se eligen con el sistema proporcional, representantes en proporción a los votos obtenidos, favorece a los partidos pequeños y movimientos, mientras que 1/3 (220 electos) con el mayoritario uninominal, gana quien saca un voto más. Este voto le favorece a los grandes partidos y coaliciones. Se estima que la coalición de Centro-Derecha obtendrá 190 y la de Centro-Izquierda 30. Los demás, nada.
Los candidatos se pueden presentar en múltiples colegios electorales al mismo tiempo, sin importar su lugar de residencia o de nacimiento.
En resumida cuenta, se enfrentan:
- La coalición de Centro Derecha, compuesta por Fratelli dʼItalia (la favorita) de Giorgia Meloni, Lega, de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi (ex Primer Ministro por alrededor 10 años en 4 períodos distintos), junto a 4 partidos minoritarios.
- La coalición de Centro Izquierda, integrada por el Partido Democrático de Enrico Letta (ex Primer Ministro 04-2013 / 02-2014), +Europa de Emma Bonino, la Izquierda Italiana y los Verdes, además de otros partidos minoritarios
- El Tercer Polo, que reune a Azione de Carlo Calenda y a Italia Viva de Matteo Renzi (ex Primer Ministro 02-2014 / 12-2016)
- El Movimiento 5 Estrellas (la sensación de las pasadas elecciones) que sufrió un descalabro impresionante, representado por Giuseppe Conte (ex Primer Ministro 06-2018 / 01-2021). Corre por su propia cuenta
La gran incógnita es la abstención, que ha ido creciendo paulatinamente. Sin embargo, mi apreciación personal es que igualaremos o superamos el porcentaje de votación del 2018 (casi un 73%).
Es bastante preocupante que personajes de muy alto espesor político hayan tratado de interferir en el resultado de las elecciones italianas. El Canciller alemán Olaf Scholz invitó a no votar por los post-fascistas de Georgia Meloni, la presidente de la Comisión Europea Ursula Von Der Leyen se expresó de manera ambigua y desde Estados Unidos se habló de dossiers de candidatos italianos que habían recibido financiamiento ruso, sin presentar pruebas concretas. Por su parte, no se tienen noticias de reacciones en uno u otro sentido por parte de Putin.
