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Hoy en día es difícil encontrar valores humanos en personas aún cercanos. Como digo a diario la
» Pandemia » sacó lo peor de la humanidad.
Los hechos de violencia diaria son el vivo ejemplo del mismo. El dolor y tristeza que tengo me hizo reflexionar para escribir acerca de cómo tenemos personas de confianza que al mismo tiempo abusan de nuestra amistad y agradecimiento hacia ellos . Se convierten en perfectos extraños, ingratos , abusadores emocionales o sombras que andan a nuestro lado esperando el momento preciso para atacarnos.Pero nuestro noble corazón o el titulo de ser buena persona nos tiene ciego ante este tipo de «amigos » o incluso «parientes» ya que vemos al otro de acuerdo a como somos por dentro.
Para mi : «La envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento»
La envidia es un sentimiento humano normal pero corroe por dentro es esa carcoma que cada cada día cuando seamos en nuestro círculo de amigos o familiares. Ese decir : te tengo envidia de la buena o verde no es un sentimiento moderado. El ser humano actúa basado a sus carencias y necesidades del ser . Somos semejantes lo que usted desee de mi aún dando un consejo a veces son falsos es porque usted carece y lo quiere .
La envidia es la tristeza que nos produce el bien ajeno. Nos produce una ‘tristeza amarga’ que alguien tiene algo que no tenemos nosotros. Porque nos ocupamos de ña grama del vecino como va remiendo ese pasto y no llenamos nuestro interior . Los planes relaciones deben hacerse discreto hoy en día los ojos del amigo traidor que siente envidia son más letales que un arma pero paradójico ese mismo amigo por envidia llega a sacar el arma y te dispara realmente ya la envidia pasó a ser un valor de un humano ambicioso, que es mediocre que no le gusta ver sonrisa en el amigo que triunfa o el primo que gana un trofeo.
La envidia es una emoción tóxica que tiene que ver con el deseo. Las personas tenemos la capacidad de identificarla y de tratar de dominarla o al menos ‘domesticarla’. Trabaje su ínterin traten de conocer que es lo que realmente subalma necesita para usted. Aceptece ahí esta todo si usted se acepta tal como es el mundo va aceptarlo y sus complejos quedarán atrás y el factor envidia no tendrá el millero elevado en usted.
Lo primero que debemos hacer con cualquier emoción tóxica es reconocer que está ahí. La mejor manera de solucionar un ‘problema’ es reconocerlo.
Ser envidioso tiene mucho que ver con el deseo de poseer algo que no tenemos. O bien, con el deseo de eso que no soy y me gustaría ser. Le tengo una envidia Rocío come y no engorda y si engorda las libras le quedan bien . Lo mío es genética Dios hizo cada ser humano de acuerdo a como va El no se equivoca.
Lo que veo, lo quiero
La ventana que propicia la envidia es el ojo. Veo un objeto maravilloso, veo una persona que tiene grandes capacidades,negocios fructíferos un cargo público etcétera, y quiero tener ese objeto o ser como esa persona. Si ese deseo se vuelve un poco ‘obsesivo’ cada vez crece más dentro de nosotros y nos ‘corroe’ poco a poco, haciéndonos mucho daño.
Lo primero que genera la envidia es un gran mal a la persona que la experimenta. Si esa persona no es capaz de dominarla, además de hacerle daño, puede general mal a todo su entorno. E incluso, puede desearle o hacerle algún daño a la persona que tiene ese objeto o esas habilidades.
Las comparaciones no son buenas ‘consejeras’
Una de las ‘fuentes’ de la envidia es la comparación. Desde pequeños nos comparan por muchos aspectos, tanto físicos como materiales. Y esas comparaciones, en algunos casos agravios comparativos, se prolongan a lo largo de toda nuestra vida. Este tipo de comparaciones no suelen ser muy objetivas. Vemos lo mejor de lo demás, pero no nos paramos a pensar en que nosotros también tenemos cosas positivas. Y la envidia nos suele cegar a los defectos o las cosas negativas de los envidiados
La envidia en la historia y en la literatura
Grandes pensadores han reflexionado sobre la envidia. La envidia la podemos encontrar en las obras de Shakespeare, está en el «Tratado de las Pasiones» de Descartes, está en «El arte de ser feliz» de Schopenhauer, etcétera. Othelo personaje de más envidioso de la Literatura
Uno de los grandes errores de una persona envidiosa es engrandecer el talento ajeno y disminuir el propio.
Los hechos recientes nos hacen reflexionar de quienes realmente sienten alegría por nuestras victorias, éxitos o triunfos .
Soy cada día más cerrada dicen que tengo un carácter fuerte pero precisamente como no envidio mi círculo de confianza es muy cerrado ya que he vivido en carne viva el dar confianza a un envidioso . Incluso eso paraliza todo los planes porque como decía mi abuela: es mejor que te den una galleta ahí quedo que los ojos de un a ido envidioso constantemente encima de ti.
Rocío Regalado