Por Rocío Regalado
Una persona correctamente vestida es la mejor carta de presentación que puede tener. La primera impresión que se tiene de una persona es su imagen. Y en el caso de la empresa y el ámbito laboral es aún más crucial. La forma de vestir, junto con nuestros modales y comportamiento, son el reflejo que damos de la empresa o institución que representamos.
Según reza un dicho popular, «la primera impresión es fundamental», y es muy difícil cambiar una mala primera impresión. Por esta razón, debemos esforzarnos por causar una buena primera impresión, aunque esto por sí solo no sea suficiente. Debemos respaldar nuestra imagen con un buen comportamiento, que nos califique como personas bien educadas y con buenos modales.
Para ampliar la información sobre el tema del vestuario, publicaremos una serie de artículos que abordarán temas como el vestuario masculino, femenino, trajes de etiqueta y nudos de corbata.
Higiene y aspecto general
Tener una buena imagen no solo depende del vestuario. Nuestra apariencia exterior está fuertemente influenciada por tener un aspecto limpio y cuidado. Debemos esforzarnos por mantener un aspecto agradable y limpio, lo cual se logra con una buena higiene corporal diaria, cuidado del cabello, uñas bien cortadas, manos limpias y, en el caso del maquillaje, mantenerlo moderado. Además, los accesorios deben ser apropiados para el tipo de vestuario y ocasión.
Vestuario en el trabajo
El vestuario en el entorno laboral debe ser, ante todo, cómodo. El traje de chaqueta, ya sea con falda o pantalón, es la elección más común para las mujeres. Es importante recordar que estamos yendo a trabajar, no a desfilar en una pasarela. Debemos vestir de manera adecuada y acorde al trabajo que desempeñamos.
Para los hombres, la chaqueta y la corbata son el vestuario básico y clásico. Aunque actualmente se está popularizando el vestuario casual, en ciertos lugares sigue siendo aceptado el uso de la guayabera o chacabana, especialmente debido a nuestro clima húmedo tropical.
El vestuario de cada persona depende en gran medida del tipo de trabajo que tenga, y en algunas profesiones, la vestimenta está regulada por normativas específicas de la empresa. Es fundamental adaptar nuestro vestuario al entorno laboral y mantener una imagen profesional en todo momento.