Por Miguel Reyes Sánchez
En los últimos treinta años hemos sido testigos del período de mayores transformaciones en la humanidad. Los seres humanos hemos logrado hazañas científicas y tecnológicas nunca imaginadas por nuestros predecesores y a veces noveladas como utopías.
Esos cambios trascendentales de la humanidad han promovido el desarrollo, pero también debemos estar conscientes de que muchas veces se han distorsionado y abusado,provocando daños insospechados.
Ante esta realidad la Iglesia Católica ha anunciado nuevos pecados sociales, que previenen las acciones moralmentedeterioradas del mundo actual, los cuales deben sumarse a los clásicos pecados capitales establecidos por el Papa Gregorio I, en el siglo VI.
Los vicios malvados señalados por el monje Evagrio Póntico, en el siglo IV, fueron los originales ocho pecados capitales: gula y ebriedad; avaricia; lujuria; soberbia; ira; pereza; tristeza y envidia; hasta que en el siglo VI, el Papa Gregorio I modificó la lista y los dejó en siete, al quitar la tristeza y restar la ebriedad.
En 2008, durante el pontificado de Benedicto XVI, el Arzobispo Gianfranco Girotti, regente de la Penitenciaría Apostólica del Papa, anunciaba en L’Osservatore Romano, los nuevos pecados sociales.
Los novedosos pecados sociales son: las violaciones bioéticas como la anticoncepción;los experimentos moralmente dudosos, como la investigación en células madre; la drogadicción; contaminar el medio ambiente;contribuir a ampliar la brecha entre los ricos y los pobres; la riqueza excesiva y generar pobreza.
El arzobispo esgrimía que «uno no sólo ofende a Dios y al prójimo si roba, o si jura en el nombre del Señor en vano, o si desea la esposa de otro, sino que también se produce ofensa a Dios y al prójimo si, por ejemplo, se perjudica el medio ambiente o se realizan experimentos que manipulan el ADN o dañan embriones».
El Papa Francisco ha añadido nuevos pecados,que no sustituyen los anteriores, sino que los complementan. Algunos de ellos son incluso prácticamente una interpretación de los ya existentes. En sus homilías va enunciando y calificando como pecados algunas acciones humanas.
Estos pecados enunciados por el PapaFrancisco son: abandonar a tus mayores en una residencia (4/3/2015); juzgar a los demás y no a uno mismo (2/3/2015); pagar salarios en negro (20/2/2015); consentir cualquier tipo de violencia (30/11/2014); pecados de omisión de la Iglesia, como los abusos sexuales de los curas (7/7/2014); el ecocidio (15/11/2019), hasta lo casi inverosímil de considerar que “la lengua, es uno de los pecados de las suegras” (27/4/2022).
Pero también, el Papa Francisco eliminó lapereza de la lista, ya que, según el Santo Padre, no merece ser llamado un pecado, pues “gracias a la pereza se ha logrado el avance tecnológico que podemos disfrutar en la actualidad. Cada invento que facilita la vida del ser humano tiene origen en la pereza”.Mientras establece que uno de “los más graves pecados es la soberbia”.
Ante este catálogo de pecados, todos somos pecadores, ya que hasta cuando arrojamos un papel en las calles, pecamos. Con esto, la iglesia adapta las miserias de la modernidad y va transitando de acuerdo con los nuevos tiempos.