En la segunda jornada de la Convención Nacional Demócrata, celebrada en el United Center de Chicago, Michelle y Barack Obama se convirtieron en los protagonistas indiscutibles, mostrando su sólido apoyo a Kamala Harris, la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos.
Barack Obama, en un regreso cargado de simbolismo al escenario donde comenzó su carrera política hace dos décadas, destacó la preparación y el carácter histórico de la candidatura de Harris, la primera mujer negra en aspirar al cargo presidencial. «Estados Unidos está listo para la presidenta Harris», afirmó el expresidente, subrayando la importancia de continuar el legado que él mismo inició con su histórica elección en 2008.
Michelle Obama, por su parte, habló con su característico carisma, exaltando la esperanza que la candidatura de Harris representa para el país. «Algo mágico está sucediendo», dijo la exprimera dama, alentando a los demócratas a no dejar pasar la oportunidad de apoyar a una de las personas «más calificadas y dignas» para asumir la presidencia.
La Convención también sirvió de plataforma para que los Obama contrastaran la visión de Harris con la de Donald Trump, a quien describieron como un candidato «peligroso» y «egoísta». Con sus discursos, ambos dejaron claro que la lucha por la democracia y por un futuro mejor para Estados Unidos está en manos de los votantes, instándolos a participar activamente en las elecciones del próximo 5 de noviembre.
El apoyo del expresidente y la exprimera dama a Kamala Harris no solo refleja su compromiso con el partido, sino también una estrecha relación personal y profesional que ha perdurado a lo largo de los años, desde que se conocieron como estrellas emergentes del Partido Demócrata en 2004.
La Convención Nacional Demócrata continúa siendo un evento clave para impulsar la candidatura de Harris, mientras que figuras influyentes como los Obama siguen movilizando a la base demócrata con miras a las próximas elecciones presidenciales.
