Santo Domingo – “La industria minera es uno de los principales motores de la economía mundial y nacional, y aunque es uno de los causantes del cambio climático, también es altamente vulnerable a los impactos de ese fenómeno, por lo que, sin duda, debe ser parte de la solución a esta amenaza global”.
Así se expresó el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), Max Puig, durante la Conferencia “Minería, Cambio Climático, Descarbonización y Bonos Verdes”, impartida en la sede del Instituto José Francisco Peña Gómez, que coincide con la celebración del Día Internacional de los Bosques de este martes 21 de marzo y el Día Mundial del Agua de este miércoles 22 de los corrientes.
Durante su presentación, Puig explicó que si bien la actividad minera permite obtener los principales combustibles fósiles que, al ser usados emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero (Petróleo y Carbón), y además la propia actividad de extracción y explotación de minerales genera gases de efecto invernadero, “esta industria es parte fundamental de la solución al problema por su aportación de nuevas materias primas imprescindibles para lograr nuevas fuentes de generación y almacenamiento de energías sostenibles”.
Max Puig también detalló que el sector de la industria minera es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático, que le afectan de distintas maneras a través de fenómenos naturales que causan inundaciones y largos periodos de sequias, ambos fenómenos relacionados a la disponibilidad de agua.
“Es de conocimiento de todos que el desarrollo minero y las industrias relacionadas impactan principalmente en el comportamiento calidad de aguas superficiales y subterráneas, y que las proyecciones climáticas también apuntan a que las sequías y los episodios de precipitaciones intensas serán más numerosos y frecuentes por causa del cambio climático”, dijo.
Puig expresó que esta preocupación ha impulsado procesos más innovadores para este tipo de industrias, como proyectos de minería climáticamente inteligente, “donde la extracción y procesamiento de minerales se hace minimizando la huella ambiental y de carbono, apostando a la innovación, la investigación y las nuevas tecnologías”.
Señaló que es urgente erradicar las políticas públicas que autorizan las extracciones de agregados en ríos, arroyos y terrazas fluviales, y sustituirlas por explotación y trituración de rocas duras que existen en toda la geología del país y da la oportunidad de reutilizar los escombros en construcciones y residuos resultantes de otros procesos de producción, lo que supondría un ahorro tanto energético como económico.
Esta conferencia forma parte del ciclo de ponencias y debates en torno al cambio climático, el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente que está desarrollando el Instituto de Formación Política doctor José Francisco Peña Gómez, bajo la coordinación del exviceministro de Medio Ambiente y experto consultor en el área, René Ledesma; y el asesor minero del Poder Ejecutivo, Miguel Peña.
En esta Conferencia, participó el expresidente de la República, Hipólito Mejía, encargado de presentar ante los asistentes al doctor Max Puig.
Además, participaron líderes sociales, dirigentes comunitarios y expertos en los temas climáticos, medioambientales y mineros, así como representantes de las principales empresas mineras del país, como son Cormidom, Barrick Pueblo Viejo y Falcondo, quienes realizaron importantes aportes para enriquecer el debate y las propuestas en torno a la sostenibilidad de esa industria en el país.
También expresaron su disposición a sumarse a la implementación en República Dominicana de los proyectos enmarcados en el programa People, Nature and Climate, financiado por el Climate Investment Funds (CIF, por sus siglas en inglés), que bajo la coordinación del CNCCMDL, cuenta con la participación de los ministerios de Agricultura; Medio Ambiente y Recursos Naturales; el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI); entre otras instituciones,y que busca restaurar y proteger la cuenca alta, media y baja del Río Yuna.