Santo Domingo, – La reciente declaración del nuevo presidente del Instituto Duartiano, en la que aboga por la tolerancia y aceptación de los haitianos en condición irregular dentro del territorio dominicano, ha generado una ola de críticas entre diversos sectores de la sociedad.
Líderes de opinión y ciudadanos han expresado su preocupación, recordando que la misión del Instituto Duartiano es honrar y defender el legado de Juan Pablo Duarte, fundador de la República Dominicana y símbolo de la lucha por la soberanía nacional. Señalan que sus palabras parecen contradecir los principios sobre los que se cimentó la independencia del país.
“La República Dominicana no puede cargar con una crisis que no le pertenece. Nuestra nación debe respetar los derechos humanos, pero sin comprometer su soberanía ni asumir responsabilidades que corresponden a Haití y a la comunidad internacional”, manifesto Guillermo Julián en su cuenta de Twitter.
Ante esta situación, se ha planteado la necesidad de que el Instituto Duartiano mantenga su compromiso con los ideales de Duarte y que su liderazgo refleje fielmente la defensa de la identidad nacional. Algunos sectores incluso han solicitado la renuncia inmediata del presidente de la institución si su postura no se alinea con la misión histórica del organismo.
Mientras el debate sigue abierto, la sociedad dominicana reafirma su deseo de que Haití recupere la paz y la estabilidad, permitiendo relaciones diplomáticas y comerciales equilibradas entre ambas naciones, pero sin comprometer el derecho de República Dominicana a hacer cumplir sus leyes migratorias y preservar su soberanía.