Santiago, RD. – El Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial (Proindustria) celebró este martes Agro Sostenible 2025, un espacio de análisis y reflexión sobre los desafíos y oportunidades del sector agroindustrial en la transición hacia un modelo de producción y consumo circular.
El acto fue encabezado por el director general de Proindustria, Rafael Cruz Rodríguez, quien en sus palabras de bienvenida resaltó la importancia de la transformación productiva del país. En su intervención expresó que “vivimos un momento decisivo para el desarrollo económico y productivo de la República Dominicana”, y subrayó que la producción circular constituye una gran oportunidad para “innovar, generar valor y avanzar hacia un desarrollo verdaderamente sostenible e inclusivo”.
Cruz destacó que la economía circular debe asumirse como un camino necesario y urgente, al afirmar que “no es una moda ni una meta lejana: es la puerta a una nueva manera de producir, de crecer y de convivir con nuestro entorno”.
Al mismo tiempo, reafirmó que desde Proindustria existe la firme disposición de acompañar al sector industrial en este proceso de cambio, señalando que la circularidad debe “dejar de ser una aspiración y convertirse en una realidad palpable para la República Dominicana”.
La jornada de Agro Sostenible 2025 se desarrolló en dos bloques principales. En primer lugar, se llevó a cabo la conferencia magistral titulada “Desafíos y oportunidades del sector agroindustrial para el diseño, producción y consumo circular”, dictada por Rodrigo Castañeda, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en la República Dominicana.
En esta presentación se abordaron los principales retos y oportunidades que enfrenta la agroindustria dominicana para adaptarse a un modelo productivo más resiliente y competitivo.
El conferencista expuso que la seguridad alimentaria y la competitividad del sector agroalimentario dependen de factores como el crecimiento económico, el cambio climático, el acceso a alimentos nutritivos y la reducción de pérdidas en la cadena productiva. Enfatizó que el agua es un recurso estratégico bajo fuerte presión en varias cuencas del país, ya que el sector agrícola consume la mayor parte del recurso pero desperdicia una porción significativa, lo que evidencia la urgencia de una gestión más eficiente.
En este marco, resaltó la necesidad de transitar hacia un modelo de economía circular que incorpore innovación tecnológica, apoyo regulatorio y financiero, capacitación de productores y la consideración de factores sociales y ambientales. Finalmente, señaló que los grandes desafíos para el sector son la optimización energética, la eficiencia hídrica y el fortalecimiento de la productividad laboral, aspectos fundamentales para alcanzar mayor sostenibilidad y competitividad.
Posteriormente se realizó un panel de análisis moderado por Ilonka Acosta, directora de Servicios de Apoyo a la Industria de Proindustria, en el que participaron especialistas del ámbito público, privado y académico. Entre ellos, Joaquín Antonio González Gautreaux, viceministro de Fomento a la Agroindustria del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes; Osmar Benítez, presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD); Berioska Castillo, especialista en economía circular y asesora de Desarrollo Sostenible del Ministerio de la Presidencia; y Deyanira Suriñach, especialista en sostenibilidad y cambio climático de DEUMAN.
Los panelistas coincidieron en que acelerar la transición hacia una economía circular en la República Dominicana requiere un compromiso conjunto entre el Estado, el sector productivo y la ciudadanía. Por un lado, se subrayó la necesidad de que los ciudadanos asuman un rol activo y propositivo, participando en los procesos institucionales, utilizando los recursos disponibles en los portales públicos y opinando para mejorar las políticas que ya se están impulsando desde el Estado.
Por otro lado, se destacó que la educación es la base para lograr cambios sostenibles: educar a productores, pymes y ejecutivos para que comprendan lo que está ocurriendo en el entorno agroindustrial y puedan adaptarse.
El intercambio de ideas concluyó con un espacio de diálogo con los asistentes, resaltando la necesidad de articular esfuerzos entre el Estado, la industria y la sociedad para impulsar prácticas innovadoras, responsables y competitivas que fortalezcan el sector agroindustrial dominicano en el marco de la economía circular.