La Navidad ha evolucionado a lo largo del tiempo, transformándose en una festividad universal que va más allá de la creencia religiosa, siendo celebrada en todo el mundo. Aunque en su origen conmemora el nacimiento de Jesús, para la tradición cristiana representa la encarnación de Dios en la Tierra, junto con la Pascua, constituyendo una celebración crucial en esta tradición.
En distintos países, la Navidad ha adquirido una rica variedad de significados. Más allá de las diferencias religiosas, estas festividades son momentos de reunión familiar, estrechando lazos de afecto, fraternidad y paz. A pesar de las divergencias en rituales y expresiones, se comparten valores universales como la compasión, el trabajo, la paz, la benevolencia y el respeto a la naturaleza, apreciados por diversas religiones, incluyendo el cristianismo, el budismo, el islam y el judaísmo.
Las festividades navideñas ocupan un lugar destacado en la mayoría de los países, reflejándose tanto en las tradiciones como en la gastronomía. Estas celebraciones se convierten en ocasiones propicias para reunirse con familiares y amigos alrededor de exquisitos manjares, donde las tradiciones culinarias de diferentes culturas desempeñan un papel crucial.
A lo largo de los años, he aprendido que la Navidad es un tiempo para reunirnos en un espíritu de armonía y serenidad, destacando la importancia de la unión familiar y, sobre todo, del amor. En un mundo donde todos buscamos el amor, es esencial recordar que para recibirlo, debemos agradecer y dar amor.
En este periodo festivo, es fundamental mantener los buenos modales. Aunque compartamos la mesa con seres queridos, no debemos perder la compostura. La confianza que brinda compartir momentos con amigos y familia no justifica comportamientos inapropiados, por lo que recordar las reglas de etiqueta en la mesa sigue siendo esencial, incluso en reuniones más informales.
Aquí te presento una organización mejorada de los principios de etiqueta y protocolo en la mesa de Nochebuena:
- Desdoblar la servilleta: Coloca la servilleta en tu regazo solo al comenzar a comer, evitando hacerlo antes para mantener la elegancia.
- Tocar los cubiertos antes de comer: Sigue la regla de utilizar los cubiertos de fuera hacia adentro, respetando el orden establecido, incluso durante la abundante variedad de cubiertos típica de la Navidad.
- Plato del pan: La pieza de pan siempre está a la izquierda; no quites el pan a tu compañero de mesa a la derecha. Trocea el pan «pellizcándolo» sin usar el cuchillo.
- Cómo tomar sopas y cremas: Utiliza la cuchara y evita inclinar el plato. No soples para enfriar; deja que se enfríe naturalmente.
- Compartir comida con otros comensales: Evita intercambiar comida y no utilices tu cubierto en otro plato. Los cubiertos no deben salir de tu plato ni entrar en el de otros.
- Servir la bebida: No llenes las copas hasta el borde; un tercio para vino y algo más de la mitad para agua, zumo o refresco. Bebe a pequeños sorbos, salvo en brindis.
- Cuándo levantarnos de la mesa: Ni niños ni adultos deben levantarse hasta que termine la cena. Pide permiso antes de ausentarte.
- Servir los alimentos a los comensales: Sirve por la izquierda y retira por la derecha. La bebida se sirve por la derecha.
- Situar a los invitados en la mesa de Navidad: En una mesa familiar, el orden se basa en la edad, olvidando jerarquías formales.
- Ritmo de la comida navideña: Intercambia anécdotas, pero no alteres el ritmo de la comida; guarda las historias para la sobremesa.
- Colaborar con los anfitriones: Ofrece ayuda, rompiendo estereotipos de género y permitiendo a todos colaborar en las tareas.
- La hora de los brindis: Haz brindis por logros familiares o individuales, evitando excesos y asegurándote de que los motivos no sean ofensivos.
- Temas de conversación para la mesa de Navidad: Evita temas polémicos, manteniendo un tono festivo y respetuoso.
- Cuidado con los niños: Siéntate cerca de los niños para atender sus necesidades y asegurar un ambiente tranquilo.
- Abrir regalos de Navidad: Hazlo al final de la comida para evitar caos y enseñar paciencia a los más pequeños. Respeta el inicio y el final marcados por los anfitriones.
En resumen, con prudencia y sentido común, disfruta de unas felices fiestas en buena compañía, cuidando los excesos al servirte en tu plato o copa. ¡Felices Fiestas!
Roció Regalado Protocolo RD.
