La historia de la Estrella de Belén, narrada en el Evangelio de Mateo, ha intrigado a generaciones de científicos, historiadores y teólogos. Según el relato, este fenómeno celestial guió a tres sabios de Oriente, conocidos como los Reyes Magos, al lugar donde nació Jesús hace más de 2,000 años. Sin embargo, ¿qué era realmente esa «estrella»?
Diversos investigadores han planteado hipótesis combinando perspectivas religiosas, históricas y científicas. A continuación, exploramos las cinco principales teorías que buscan explicar este enigma celestial.
1. Un cometa
La idea de que la Estrella de Belén podría haber sido un cometa fue propuesta por el teólogo cristiano Orígenes en el año 248 d.C. Registros astronómicos chinos mencionan la aparición de un cometa en el año 5 a.C., lo que podría coincidir con el relato bíblico. Sin embargo, algunos expertos descartan esta posibilidad porque, en aquella época, los cometas solían interpretarse como presagios negativos.
2. Una supernova
Johannes Kepler, astrónomo alemán del siglo XVII, sugirió que los Reyes Magos pudieron haber presenciado una supernova, es decir, la explosión de una estrella. Aunque registros chinos mencionan un evento similar en la época del nacimiento de Jesús, no hay restos visibles que confirmen esta teoría.
3. Conjunciones planetarias
Kepler también consideró que la Estrella de Belén pudo haber sido el resultado de una conjunción planetaria entre Júpiter, Saturno y la Luna en el año 6 a.C. Este fenómeno habría generado un brillo intenso en el cielo. Sin embargo, cálculos actuales indican que los planetas no se acercaron lo suficiente como para causar un resplandor excepcional.
4. La estrella Sirio
Algunos astrónomos sugieren que Sirio, la estrella más brillante del cielo nocturno, podría haber sido la guía de los Reyes Magos. Ubicada junto al cinturón de Orión, su brillo resalta en las noches de invierno, lo que habría facilitado su identificación por los sabios de Oriente.
5. Una conjunción entre Regulus, Júpiter y Venus
Otra teoría plantea que la Estrella de Belén pudo haber sido una conjunción entre Júpiter, Venus y la estrella Regulus, que ocurrió cerca de la fecha estimada del nacimiento de Jesús. Cada uno de estos cuerpos celestes tenía significados simbólicos en la época: Júpiter representaba la rectitud, Venus estaba asociado con el amor y la fertilidad, y Regulus, con la realeza. Esta combinación pudo interpretarse como el anuncio del nacimiento de un «Rey de Reyes».
El misterio continúa
Aunque ninguna teoría ha sido confirmada, el fenómeno sigue fascinando a científicos y creyentes por igual, destacando cómo los cielos esconden secretos que aún desafían nuestra comprensión.
