viernes, noviembre 22, 2024
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República Dominicana un buen amigo de la comunidad

Por Nelson J. Medina

Desde la fundación de la Organización de las Naciones Unidas, la República Dominicana ha estado activamente presente en el escenario internacional. Durante más de siete décadas hemos participado y apoyado con vehemencia la búsqueda de convenios y cooperación que enfrenten las vulnerabilidades regionales. Siendo testigos fidedignos, de la estabilidad mundial que  concita este modelo mediante la denominada “comunidad internacional”.

Pero, ¿Qué entendemos por comunidad internacional? ¿Cuál es efectivamente el rol de tal? y por último, y no menos importante, ¿Puede la comunidad internacional hacer valer sus posturas?

En principio, la comunidad internacional se concibe como el conjunto de naciones que se unen para lograr un determinado fin en favor de los mejores intereses humanos. Igualmente, puede ocurrir que dentro de ese conglomeradode Estados existan organismos multilaterales de reconocimiento planetario que tengan incidencia política o económica regional o global (BID, Unión Europea, Banco Mundial, O.E.A entre otros). Así también una mezcolanza de lo anteriormente expuesto conjuntamente con movimientos de prestigio internacional: La Cruz Roja, Amnistía Internacional, Greenpeace etc. Todo esto, amparado sobre la base de que los primeros son sujetos de Derecho Internacional Público. Y por tanto, se encuentran reglamentados sobre tratados y leyes internacionales.

En segundo término, vale aclarar que posiblemente se haya tergiversado en el tiempo el cometido fundamental de la comunidad internacional. Actualmente, hay quienes plantean una acefalía crónica de la comunidad en virtud de que únicamente la retórica se utiliza para la presión mediática. Mas no así, para unaconsecución concreta que garantice la resolución de diferentes amenazas; sin embargo, otros estudiosos de las relaciones internacionales exponen que los resultados de las actuaciones de la comunidad internacional se han reflejado en todas partes. Y por eso, hoy en día convivimos en un mundo relativamente armonizado donde toda divergencia contrae una solución diplomática promovida y consensuada por la comunidad internacional.

En efecto, así ha sido en casi todo el mundo. Yante tanto dinamismo, la República Dominicana nunca se ha ausentado de sus responsabilidades en el plano internacional.

Ejemplo de ello, fue en la Cumbre de Río de 2008, donde nuestro país jugó un papel protagónico en el exitoso desenlace de lo que parecía ser una escalada armada inminente entre Colombia, Ecuador, Venezuela y Nicaragua. Asimismo, en la crisis política de Honduras de 2009, donde fue depuesto de manera de facto el expresidente Manuel Zelaya. Igualmente, en el desastre ocurrido en Haití, tras el terremoto de 2010; donde la República Dominicana además de haber sido el primer vecino que dio respuesta inmediata eficaz con ayuda humanitaria, fue quien llevó la voz principal para la conformación de un diálogo de urgencia de la comunidad internacional en aras de conseguir colaboración solidaria para tal catástrofe.

Por consiguiente, la República Dominicana ha mostrado constantemente su brazo contributivocompareciendo en cualquier simposio político en calidad de “comunidad internacional”. Inclusive,ha quedado plasmado en los acuerdosinternacionales a los que nos hemos adherido por la buena voluntad de permanecer unidos a la comunidad global como un aliado firme que tiene como único propósito la construcción colectiva deun próspero porvenir de la región y el mundo. De modo que a través de resoluciones pacíficas de controversias, se ha comprobado nuestrointrínseco compromiso por aportar un grano de arena en lo práctico a las causas más sensibles de nuestra región específicamente.

Como consecuencia, el Estado dominicano siempre ha acudido al llamado de la comunidad internacional; nunca le ha fallado. Y por tal motivo, ha brindado ideas provechosas a la mesa donde se congregue. En algunos casos siendo las mociones ofrecidas por nuestro país la piedra angular de los pactos y salidas negociadas.

En lo concerniente a la tercera cuestionante, sería enormemente valioso que las posiciones surgidas de la comunidad internacional sean extrapoladas al terreno de la materializaciónsensata. Por esa razón, bastará con visualizar el sentido de cohesión y accionar que posean la mayoría de los países y organizaciones agrupadas con el objetivo generar bienestar, seguridad y sosiego en una determinada región. Todo eso por supuesto, a pesar de que algunos de sus miembros consideren su intervención como poco viable.

Finalmente, será altamente fructífero que con la República Dominicana se aplique el principio elemental de la reciprocidad en diplomacia, por ser este un buen amigo de la comunidad internacional.

Ojala que así sea.

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