Por: Manuel Alejandro Bordas Nina.
Con regularidad y con más frecuencia de lo que se piensa, las personas hacen uso de empresas denominadas “offshore”. Lo anterior motivado en circunstancias diversas, dentro de las cuales podemos señalar de forma enunciativa y no restrictiva, las siguientes: anonimato, seguridad y organización patrimonial, planes de carácter tributarios, entre otros. Estos “vehículos corporativos” conllevan un diseño y estructuración especializados, que se implementan principalmente en jurisdicciones con legislaciones mercantiles, bancarias y tributarias bastante flexibles.
offshore
En la tesitura de las líneas anteriores, deseamos resaltar las ventajas o rentabilidades que obtienen unos y, las pérdidas que tienen otros, por las consecuencias que se desprenden de la instrumentación del tipo de empresas de marras.
Ventajas para el sector privado: entre otras, las siguientes:
- En lo tributario: generalmente cuentan con un esquema impositivo favorable, no teniendo que realizar declaraciones mensuales o anuales y, sobre todo, se benefician de exención impositiva;
- En lo mercantil: en la mayoría de los casos no se requiere realizar asambleas ordinarias anuales, y pueden designar gerentes o representantes sin distinción de nacionalidad o residencia;
- En lo bancario: el secreto es extremadamente pétreo.
Rentabilidad de las jurisdicciones que privilegian las offshore: como mínimo obtienen
esto: - Robustecimiento económico: el cual se logra por medio de la captación de divisas y activos que se perciben desde otros Estados.
- Certidumbre de divisas como el dólar de los Estados Unidos de Norteamérica: por la cantidad de transacciones bancarias y flujo de efectivo que se logra generalmente en la moneda antes mencionada, hay una mitigación importante de los peligros financieros
Muchos son los provechos que se obtienen de las
origen legal e ilegal, así como de las desventajas para los Estados no considerados como
para ciertos sectores económicos, de
paraísos fiscales, por las fugas de capitales y evasión de impuestos que se dan a través de estas
estructuras.
que se generan como consecuencia de las recesiones o depresiones de carácter económicas.
Pérdidas para los Estados víctimas: particularmente por las fugas de capitales, y la utilización de offshore dentro de su territorio para la evasión tributaria.
En conclusión, las sociedades extraterritoriales que cuentan con las facilidades de carácter legal antes mencionadas, son necesarias, siempre y cuando el uso y las finalidades sean bien intencionadas.
