El más reciente vuelo de prueba del cohete Starship de SpaceX, realizado el 28 de mayo de 2025, dejó una mezcla de avances técnicos y desafíos por resolver. Aunque la compañía logró superar hitos importantes como la reutilización del propulsor Super Heavy y un despegue exitoso, varios objetivos críticos no se cumplieron.
El lanzamiento marcó la primera vez que SpaceX reutilizó un propulsor Super Heavy con sus 33 motores encendidos correctamente. Sin embargo, la misión se complicó cuando se perdió comunicación con el propulsor durante la maniobra de aterrizaje. A pesar de que la compañía no esperaba un aterrizaje perfecto —dado que estaba probando técnicas experimentales para reducir el uso de combustible— el impacto no fue menor.
La nave Starship, acoplada al propulsor, tampoco logró cumplir con una de sus metas principales: desplegar ocho satélites de prueba. Una falla en la apertura de la escotilla lateral impidió simular una liberación de carga útil en órbita, una capacidad esencial para futuras misiones comerciales o científicas.
Otro revés significativo ocurrió cuando los controladores de vuelo perdieron contacto con la nave durante la fase final de su trayectoria. Una fuga en el tanque de combustible provocó que Starship volara sin control antes de desintegrarse al reingresar a la atmósfera terrestre. Debido a esta pérdida de control, SpaceX no pudo realizar el reencendido planificado de motores en el espacio, uno de los momentos más esperados de la prueba.
Pese a estos fallos, el vuelo fue el más avanzado hasta la fecha dentro de las pruebas del sistema Starship, superando los tiempos de vuelo de lanzamientos anteriores que terminaron en explosiones poco después del despegue. El resultado, aunque no ideal, ofrece lecciones cruciales para el desarrollo de la nave con la que SpaceX pretende llevar humanos a la Luna y, en el futuro, a Marte.
Este avance tecnológico también es observado de cerca en América Latina, incluyendo República Dominicana, donde el creciente interés por la tecnología aeroespacial y la educación científica se fortalece con cada misión emblemática de empresas como SpaceX. Este tipo de hitos contribuye a inspirar a nuevas generaciones en toda la región, mientras el mundo se prepara para una nueva era de exploración espacial.