Con un espíritu renovador y un compromiso inquebrantable con la democracia, el Presidente Luis Abinader lidera la histórica promulgación de la nueva Constitución de 2024.
Por: Luis Rosario Moreno
Esta reforma, concebida desde un profundo sentido de responsabilidad y visión de futuro, fortalece los cimientos legales del país, protegiendo los derechos de cada ciudadano y consolidando un marco de justicia, equidad y progreso. La nueva Carta Magna no solo responde a los desafíos contemporáneos, sino que refleja el valor y el desprendimiento de un líder que pone el bienestar del pueblo dominicano por encima de cualquier interés personal.
Atributos Principales de la Nueva Constitución
La Constitución de 2024 reafirma los principios de democracia, soberanía y derechos fundamentales. Entre sus aspectos más notables, se destaca la reafirmación de la soberanía popular en el artículo 2, que resalta cómo todos los poderes emanan directamente del pueblo. Este artículo establece un marco de participación ciudadana que es esencial para la estabilidad democrática y el respeto a los derechos fundamentales de cada dominicano.
Otro elemento crucial es la nueva regulación del Territorio Nacional, garantizando la protección y el manejo sustentable de los recursos naturales, una prioridad plasmada en el artículo 17. Esto incluye un enfoque riguroso hacia el desarrollo sostenible de recursos como los hidrocarburos y la conservación de los bosques, lo que asegura un futuro más verde y respetuoso con el medio ambiente .
Reforma Electoral y Político-Administrativa
El nuevo marco constitucional también introduce reformas significativas en el ámbito político y electoral, destacando una prohibición explícita de reelección presidencial. En virtud de esta nueva regulación, el Presidente electo en 2024 no podrá optar por el cargo en periodos futuros, lo que refuerza el espíritu democrático y evita el personalismo político. Esta medida responde a las demandas de una ciudadanía que busca una política de renovación constante y limitada en tiempo, garantizando que los líderes gubernamentales sirvan al pueblo sin perpetuarse en el poder.
Además, el sistema de gobiernos locales recibe un impulso hacia la autonomía y responsabilidad, otorgando a los municipios más poder en la gestión de sus recursos y en la toma de decisiones que afectan directamente a sus comunidades. Esta estructura descentralizada está diseñada para fomentar un desarrollo equilibrado entre todas las regiones del país, fortaleciendo la democracia participativa .
Derechos Fundamentales y Ciudadanía
Uno de los avances más relevantes es la ampliación de los derechos de ciudadanía en la República Dominicana. A través de esta reforma, se establece el derecho a la doble nacionalidad sin renunciar a los derechos cívicos y políticos en el país. Esto significa que los dominicanos que adquieran otra nacionalidad pueden ejercer plenamente sus derechos, fomentando una integración más sólida con la diáspora dominicana y permitiendo que participen activamente en la vida política de su nación.
La reforma también da un salto importante en la protección de los derechos humanos y la libertad de expresión, detallados en el artículo 49, que garantiza el derecho de los ciudadanos a acceder a información libre y plural, lo cual es fundamental para un estado democrático y para el empoderamiento de la ciudadanía. El Estado, por su parte, asume la responsabilidad de proteger la dignidad y moral de cada ciudadano, alineando el marco legal con los compromisos internacionales de derechos humanos.
Un Legado de Progreso y Compromiso
El Presidente Abinader y su equipo han demostrado un liderazgo en favor de una República Dominicana moderna y progresista. Al promover esta reforma, Abinader pone de manifiesto un genuino interés por crear un Estado inclusivo y fuerte. Con la aprobación de esta nueva Constitución, no solo se da un paso adelante en términos de gobernanza y derechos humanos, sino que también se marca un legado de transformación que perdurará.
En Conclusión, La Constitución de 2024 representa una nueva era para el país, con cambios estructurales que responden a las demandas de una sociedad moderna y globalizada. Este texto es un reflejo de los valores nacionales y la voluntad de sus líderes de construir un futuro basado en la justicia social, la equidad, y el respeto a la democracia. En definitiva, la nueva Constitución es un testamento del compromiso de la República Dominicana con su desarrollo integral, consolidando así un marco de paz y prosperidad para las generaciones futuras.