La doctora Jane Méndez dice que estaenfermedad es la causa número uno de mortalidad en las mujeres latinas
Santo Domingo. RD.- De acuerdo con la OPS, cada año en las Américas se diagnostican más de 462.000 mujeres con cáncer de mama, y cerca de 100.000 mueren a causa de esta enfermedad. Por esa razón, la doctora Jane Méndez, Jefa de Cirugía del Seno, Baptist Health Miami Cancer Institute, resalta la importancia de concientizar al público sobre la detección temprana del cáncer de mamas, ya que esta es la clave para tener un mejor pronóstico y lograr un 99 % de supervivencia en 10 años entre las mujeres diagnosticadas.
“Si el público desconoce las recomendaciones para prevención, así como las acciones para detección temprana de la enfermedad, incluyendo mamografía y ultrasonido, no podemos llegar a esa meta, por eso es muy importante la concientización”, manifestó la experta en salud.
Méndez indicó que el cáncer de mama es el más común en la mujer, siendo en la mujer latina la causa número uno de mortalidad, mientras que, en los Estados Unidos, el cáncer de pulmón es la causa principal de mortalidad en la mujer y el segundo es el de mama.
En cuanto a los factores de riesgo para contraer esta enfermedad, señala que se pueden clasificar en dos categorías: Aquellos que podemos controlar o modificar y aquellos que no podemos.
Indica que dentro de aquellos que no se pueden modificar están la edad y el género, tener antecedentes familiares y también ciertas condiciones patológicas que incrementan el chance de cáncer de mama en el futuro, tales como tener su periodo en edad temprana o tener menopausia en etapa tardía; cuando la mujer no tiene hijos o tiene hijos a una edad tardía, esos son factores que no son controlables.
Dentro de aquellos que sí se pueden controlar, menciona la dieta o nutrición, controlar lo que comemos; no vivir una vida sedentaria y estar activos. En general, una vida con buenos hábitos de salud. En ese sentido, evitar el consumo alcohol y de tabaco, a pesar de que no hay una correlación directa entre el alcohol y el cáncer de mama, se considera una práctica de prevención que aplica a todos los pacientes, y el fumado porque el cáncer de pulmón es la causa de muerte número uno, por cáncer en la mujer, en los Estados Unidos.
Otro factor que señala que no se puede controlar para la prevención del cáncer de mamas es la exposición a radiación y el área más controversial de estos factores es el remplazo de hormonas.
“Muchas pacientes están en el uso crónico de hormonas, por la menopausia o porque se quieren ver más jóvenes y revertir el proceso de envejecimiento. Sabemos que es un gran factor de riesgo, sobre todo cuando se consumen por muchos años. Esos son los factores de riesgo que podemos controlar o modificar, y está en nuestras manos reducirlos”, resalta la especialista.
En cuanto al tratamiento, dice que al igual que el pronóstico, depende de la biología del cáncer de mama, y que es importante individualizar el tratamiento de acuerdo con la biología de ese tumor, tanto como las otras condiciones médicas o comorbilidades que tenga ese paciente.
“El mismo tratamiento no se aplica de igual manera a todos los pacientes. Con este propósito tenemos cuatro herramientas principales. Tenemos a la cirugía, la quimioterapia, la terapia endocrina y por último la radioterapia. Estas opciones se aplican de manera individualizada a los pacientes, y de esta forma es que vamos a llegar a curar el cáncer”, añade la doctora Méndez.
En cuanto a la evolución del tratamiento para el cáncer de mamas, explica que para ella los mayores avances han sido en entender la biología y poder entender el impacto de los factores socioeconómicos y culturales en el pronóstico, ya que es un espectro desde la prevención hasta la supervivencia, para ver qué se puede hacer para maximizar la cura para los pacientes, a medida que se mantiene su calidad de vida.
“Es importante no tener que dar un tratamiento si no le va a ofrecer beneficio a los pacientes. En ese renglón, tenemos a los perfiles genómicos que nos han ayudado a entender de manera objetiva si un paciente se va a beneficiar de quimioterapia o no. Esos perfiles han ayudado a minimizar el uso innecesario de la quimioterapia, si no le va a beneficiar al paciente para qué hacerle más daño. Seguimos evolucionando en esta área tan dinámica”, resalta.
Dentro de las recomendaciones para las mujeres, dice que lo más importante es conocer su cuerpo, “si no sabemos qué es normal para uno, cómo vamos a reconocer si algo ha cambiado”.
Asimismo, dice que es importante conocer cuáles son los antecedentes de la familia, para saber si hay que tener conversaciones con el ginecólogo o médico de cabecera, para saber si se deben tomar otras medidas de prevención, aparte de las que son recomendadas porque se tiene mayores riesgos por antecedentes familiares.
“Por último, es importante seguir las recomendaciones, y hacerse la mamografía y ultrasonido, usualmente se recomienda hacerlas anualmente a partir de los 40 años. Hay que recalcar que a las mujeres que tienen otros factores de riesgo, como antecedentes familiares, se les recomienda que empiecen las revisiones 10 años antes de la edad en la que su pariente o familiar se diagnosticó con cáncer de mama. Uno debe conocer su cuerpo, sus antecedentes y seguir las recomendaciones, para así llegar a la prevención”, enfatiza Méndez.
La doctora Jane Méndez, Jefa de Cirugía del Seno, Baptist Health Miami Cancer Institute fue una de las expositoras durante el XVIII Congreso Internacional Sociedad Dominicana de Oncología, donde abordó el tema “Cáncer de mama: más allá de la biología y el desafío de los dogmas», cuyo enfoque estuvo en cómo ha evolucionado el tratamiento de cáncer de mama a través de los últimos 50 años, para así poder seguir mejorando el resultado de los pacientes.