La decisión anunciada este lunes por el secretario de Estado, Mike Pompeo, llega a pocos días del cambio de gobierno en Estados Unidos y supondrá un nuevo reto para la administración de Joe Biden.
El regreso de Cuba a la lista va en contradicción con la política de acercamiento que tuvo el presidente Barack Obama con la isla.
En 2015, Obama decidió sacar al país de la lista, un paso importante para que un año después ambos países reanudaran sus relaciones diplomáticas.
El gobierno de Trump recuperó la política de mano dura, como demuestra la decisión de este lunes, algo que podría volver a cambiar cuando el 20 de enero asuma la presidencia Biden, quien fue vicepresidente de Obama.