jueves, noviembre 21, 2024
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Frank Rainieri y Pepin Corripio

“Cada vez que escales en la vida, baja los pies un peldaño para que jamás pierdas el sentido de la realidad, porque el hombre que no actúa con humildad, sinceridad y honestidad, en cualquier esquina tropieza”
-Frank Rainieri

“El primer libro de economía fue la Biblia, con la historia de los 7 años de vacas gordas y los 7 de las vacas flacas”
-Pepin Corripio.

Por Alfredo García
@alfreditogarciapr

De Frank Rainieri y Pepin Corripio he aprendido tres cosas útiles para vivir que me ayudan a ser productivo, feliz y entusiasta cada día.
Ellas son el agradecimiento, la diversión en lo que hago y el seguimiento a las cosas hasta llevarlas a su conclusión con calidad.
De Frank escuché una frase que uso como mantra cuando me canso haciendo algo que me parece tedioso y es hacer “sin prisa, pero sin pausa”.
Esta metodología de proceder en la vida enseña a reducir los márgenes de errores propios de la rapidez al tiempo que permite saborear cada paso disfrutando el momento en todo aquello que se esté haciendo.
De Pepin, a quien considero uno de los pocos intelectuales empresario, he aprendido en sus charlas sobre la importancia de hacer las cosas con excelencia y a valorar toda tarea por insignificante o pequeña que parezca, pues según sea el empeño que se ponga, así será el resultado e impacto que tendrá esa tarea.
Pero de ambos he tratado de aprender la humildad y la austeridad haciendo acopio de lo que dice uno de que la vida está llena de necesidades innecesarias y del otro que llama a actuar con humildad pues en cualquier esquina se puede tropezar.
Tanto el uno como el otro son conocidos como empresarios, pero pocos conocen su pensamiento y filosofía de vida, sustentada en los valores familiares y todo de lo que de allí se desprende, que fue lo que los trajo a donde están.
En lo personal los veo como filósofos que tienen un sistema de vida que ha dado como resultado una capacidad inagotable para crear riquezas, pero no esa riqueza que se mide por índices económicos, sino aquella que produce satisfacción y bienestar de vida, y a la que dicho sea de paso tiene acceso todo aquel que quiera elevarse por medio de un encuentro honesto consigo mismo.
Tanto Frank como Pepin, denotan una característica común y es que no trabajan por el dinero o por lo que el trabajo produce como resultado, sino que trabajan por amor al arte, disfrutando lo que hacen, independientemente de los grandes o pequeños resultados que produzcan, y ello es lo que ha propiciado que tengan una consistencia que con los años derive en el éxito cada vez mayor.
Nótese que ambos tienen como factor común la paciencia, la constancia y la perseverancia, atributos fundamentales para prender cualquier proyecto, por apagado que inicie.
Algunos dirán y con razón que muchas fueron las oportunidades y hasta ventajas que Corripio y Rainieri tuvieron en su camino, y yo diría que ellos han tenido las mismas ventajas y desventajas que tiene todo aquel que emprende y que con constancia sigue su sueño pues llegado el momento la vida pone el viento a favor para empujar a los valientes que se atreven.
Lo que me gusta de ellos es que ambos han creído y han apostado por el crecimiento basado en los valores familiares, la decencia y el compromiso social, diciendo presente en los momentos cruciales de su comunidad y del país.
Es por eso que cuando los veo en conferencias, las cuales muchas de ellas están disponibles en Youtube, veo a dos maestros de vida que como padres enseñan y muestran su testimonio como camino a seguir.
Y la fuerza de su mensaje radica en su ejemplo de vida pues han sabido predicar con el ejemplo y cuando hablan o dan cualquier consejo es porque ya ellos lo han aplicado y vivido por ende saben si funciona o no.
Sería muy interesante que cada vez más personas sigan a figuras como Frank y Pepin, pues los conocimientos que destilan sus conferencias y ponencias públicas son proverbiales como resultado de la fuerte carga de sabiduría que encierran.
En sus charlas dan herramientas para llevar una vida ordenada con buenos resultados entendiendo que los mismos tropezones y fracasos son necesarios en cualquier dirección en la que se aspire avanzar.

La Humildad es el común denominador de los grandes
Es sorprendente cómo ambos empresarios siempre están prestos para conversar con cualquier persona que los aborde y con familiaridad aconsejar sobre temas en los que entiendan pueden aportar, sin ningún miramiento ni complicación de quien es la persona que los aborda.
Esa accesibilidad denota una filosofía de vida abierta, que no subestima a nadie, bajo el entendido de que la vida es veleidosa por lo que hoy puedes estar arriba pero mañana puede que te toque estar abajo como consecuencia de un giro del destino.
En definitiva, los valores que Frank Rainieri y Pepin Corripio promueven son los que nuestra sociedad necesita emular, seguir y replicar dado que la generación que parió a estas cree que la creación de riquezas debe hacerse por medio de los valores familiares, en el que el honor esté presente.
Gracias a esa visión es que esa generación sentó las bases para que República Dominicana sea hoy la potencia de El Caribe.
Son la evidencia viva de que los valores como la familia, el trabajo, la disciplina, la responsabilidad, el honor y el respeto nunca dejan sin recompensa al que los implemente en su estilo de vida.

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