10 de julio de 2024
Con la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 en el majestuoso río Sena, es el momento perfecto para descubrir la fascinante historia detrás de su nombre. El río Sena, que atraviesa la capital francesa, lleva el nombre de Secuana, una antigua diosa galo-romana.
Secuana: La Deidad del Sena
Secuana era venerada por los antiguos galos como la diosa del río Sena. Su culto se centraba en la región de las fuentes del Sena, cerca de Dijon, donde se creía que sus aguas poseían poderes curativos. Los devotos acudían a su santuario para hacer ofrendas y buscar sanación, dejando tras de sí numerosos artefactos y estatuillas que han sido descubiertos por arqueólogos.
La Fusión de Mitologías
Con la expansión del Imperio Romano, muchas deidades galas fueron asimiladas al panteón romano, y Secuana no fue la excepción. Esta fusión de creencias es evidente en los artefactos encontrados, que muestran una combinación de estilos galos y romanos. La veneración de Secuana se mantuvo viva a lo largo de los siglos, reflejando la profunda conexión de las personas con el río y sus recursos.
Un Legado en el Arte y la Cultura
El legado de Secuana perdura en la cultura francesa, y su figura ha sido representada en diversas formas artísticas. En 2015, el escultor Eric de Laclos creó una estatua de Secuana, que se erige en la región de las fuentes del Sena, recordando a todos la antigua deidad que dio nombre a este icónico río.
El Río Sena en la Actualidad
Hoy, el Sena no solo es un símbolo de París y de Francia, sino también una arteria vital para la ciudad. Su historia está entrelazada con la de Secuana, la diosa que protegía sus aguas y a quienes las habitaban. Con la celebración de los Juegos Olímpicos en París, el río Sena será nuevamente testigo de eventos históricos, reflejando la importancia de su legado cultural y natural.
Al celebrar los Juegos Olímpicos a lo largo de esta legendaria vía fluvial, recordamos y honramos a Secuana, cuya influencia sigue fluyendo a través del corazón de Francia.
