Endeudarse no siempre es malo, es por eso que es bueno hacerse la pregunta del motivo del endeudamiento, pues si es para invertirlo en infraestructura, hacer frente a un problema de crisis nacional, o si se va a invertir en algo que se podría obtener retorno para luego pagar dicho endeudamiento, entre otras justificaciones válidas.
El saldo de la deuda de República Dominicana, analizando el periodo 2020-2022 según datos y metodología de la dirección general de crédito público de la dependencia del ministerio de hacienda, que se puede ver en el gráfico, ha sido de US$44,622.3 millones de dólares al 31 de diciembre del 2020, aumentando a US$47,672.2 millones de dólares al 31 de diciembre del 2021 y finalizando al 31 de diciembre del 2022 con US$51,854.5 millones de dólares es decir que ha ido aumentando cada año para el periodo que estamos evaluando, tanto la deuda interna como deuda externa. Como dicha cantidad de saldo de deuda pública puede ser más o menos significativa dependiendo del PIB del país que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final, resulta interesante ver el otro gráfico en el cual vemos como el saldo de la deuda ha ido disminuyendo como porcentaje (%) del PIB pasando de un 56.6% al 31 de diciembre del 2020 a un 50.4% al 31 de diciembre del 2021 y terminando con un 45.5% al 31 de diciembre del 2022.
Mientras más bajito es el porcentaje de la deuda pública con relación al PIB mayor es la capacidad que tiene la economía para pagar dicha deuda, pero la evidencia empírica ha demostrado que no siempre es así, pues vemos países como Japón que tienen un nivel de endeudamiento con relación a su PIB por encima de 200%, Italia y Grecia por encima de 100% del PIB, pero con modelos económicos distintos es por eso que cuando hablamos de la sostenibilidad de la deuda a largo plazo, se habla de eficiencia del gasto público, fortalecimiento de la recaudación de impuestos y fomento al crecimiento económico para hacer frente a la deuda, también la inversión en sectores productivos del país como la industria manufacturera, la agricultura entre otros que pueden contribuir al crecimiento económico y contribuir a la reducción de la deuda de nuestro país que es producto de la financiación del déficit presupuestario y fiscal del banco central que surge de las operaciones de mercado abierto.
Lic. Adan De Camps / Economista Financiero
