Una impresionante aurora boreal iluminó los cielos del Reino Unido, Europa y otras regiones del hemisferio norte, incluyendo Estados Unidos y México, en un espectáculo poco común que dejó a los observadores maravillados. Este fenómeno celestial fue el resultado de una de las tormentas geomagnéticas más intensas en años, que provocó una advertencia excepcional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. (NOAA).
La aurora boreal, un fenómeno natural fascinante, es causada por la interacción de partículas cargadas procedentes del viento solar con los gases en la atmósfera terrestre cerca de los polos magnéticos. Esta interacción produce una serie de colores brillantes y danzas luminosas en el cielo nocturno, conocidas como auroras boreales en el hemisferio norte y auroras australes en el hemisferio sur.
La severidad de la tormenta, clasificada como nivel G5 (extremo), no solo incrementó las posibilidades de avistar la aurora boreal, sino que también suscitó preocupaciones sobre la posible afectación a la infraestructura, incluyendo satélites y redes eléctricas. A pesar de estas advertencias, no se reportaron interrupciones significativas hasta el momento.
El último evento de esta magnitud se remonta a 2003, lo que resalta la rareza y la magnificencia de la aurora boreal presenciada este viernes. Los cielos despejados permitieron que el fenómeno fuera visible en varias regiones del hemisferio norte, desde el sur de Alabama hasta el norte de California en Estados Unidos, y en numerosos países de Europa, incluyendo Austria, Alemania, Eslovaquia, Suiza, Dinamarca y Polonia, entre otros.
Este fenómeno también fue capturado en China, donde los cielos fucsias sorprendieron a los observadores del norte del país.
Las auroras boreales son eventos extraordinarios que usualmente ocurren en una banda conocida como óvalo de la aurora, pero la intensidad de esta actividad puede expandirse, permitiendo que las luces sean visibles más al sur de lo habitual.
El «raro evento» actual se debe a un gran grupo de manchas solares que ha generado varias erupciones solares desde el miércoles, según la NOAA. Estas erupciones, conocidas como eyecciones de masa coronal (CME), son responsables de las impresionantes auroras boreales observadas recientemente, y son las más poderosas registradas desde enero de 2005. Su potencial para perturbar los satélites y las redes eléctricas resalta la importancia de comprender y monitorear de cerca estos fenómenos solares.
Fotos: Fuente externa.
