Desde la llegada al poder del Líder Sandinista Revolucionario Radical Daniel Ortega Saavedra al junto de su agrupación rebelde el Frente de Izquierda Sandinista quienes llegaron al poder por primera vez en el año 1985 y luego por segunda ocasión en el 2007, esta agrupación política ha dado grandes muestras de que el plan de la fórmula Ortega-Murillo donde buscan sostener el poder indefinidamente parecido al estilo de Ferdinand Marcos y o Nicolai Chaucescu, muestra de esto fue el resultado de la modificación constitucional la cual se llevó a cabo la asamblea nacional constituyente en el año 2014 en la que se modifica el artículo 147 estableciendo así la posibilidad de reelección del Presidente de la República Indefinidamente, lo cual desde los estamentos democráticos resulta preocupante no solo para el sistema político democrático de Nicaragua sino también para la Comunidad Internacional .
La fórmula Ortega Murillo, se consagró en las urnas el pasado 7 de Noviembre, donde se presentaron por 4ta ocasión compitiendo en una contienda electoral contra partidos políticos financiados por el mismo Ortega y de los cuales sus candidatos fueron elegidos por el propio presidente, dejando de lado a los principales líderes de la oposición entre los cuales figuraba Cristina Chamorro hija de la expresidente Violeta Chamorro la cual guarda prisión por el delito de traición a la patria así como también 7 candidatos de partidos opositores
En los últimos meses, Ortega ha otorgado la nacionalidad nicaragüense a algunas personalidades de los países vecinos tanto políticos como miembros del crimen organizado en estos países, donde muchos de ellos buscan refugiarse bajo la protección del gobierno sandinista, todo esto debido a que la misma constitución reformada en el 2014 incluye en su Art.42 la no extradición de ningún ciudadano nicaragüense requerido por la justicia de los países extranjeros reservándose el derecho de juzgarlos dentro de su territorio, entre esas personalidades podemos mencionar a los ex presidentes de la República del Salvador, Salvador Sánchez Cerén y Mauricio Funes estos implicados en sobornos por corrupción y requeridos por la Justicia Salvadoreña, donde además se presume que el actual mandatario Hondureño Juan Orlando Hernández ha ido en búsqueda del mismo beneficio para lo cual le sería otorgado cuando este abandone la presidencia en enero del 2022 en caso de resultar derrotado el partido nacional de honduras en las elecciones del 27 de noviembre.
La Comunidad Internacional tendrá que evaluar cuáles serán las sanciones que aplicarán contra el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes resultaron electos para el periodo 2022- 2026, los cuales permanecerán dirigiendo los destinos de la nación mucho más tiempo que los Somoza, quienes gobernaron a Nicaragua por un periodo de 20 años bajo una dictadura militar y bastante sangrienta.
En conclusión, estas acciones no solamente se tendrán que resolver con un paquete de sanciones económicas contra Nicaragua, sino con un fuerte pronunciamiento por parte de la Comunidad Internacional, donde se tome un accionar de aislamiento contra este gobierno, los paquetes de sanciones son una herramienta diplomática utilizada especialmente por parte de los Estados Unidos para estos casos, siendo esto sumamente negativo y catastrófico para el pueblo nicaragüense donde miles de migrantes residen en los Estados Unidos y estos envían cuantiosas cantidades de remesas a sus parientes, lo cual a futuro se vislumbra un resultado cuasi parecido a las penurias que ha atravesado el pueblo Cubano y muy recientemente el pueblo Venezolano, producto de gobiernos sin apoyo internacional y que día a día propician la violación de los Derechos Humanos, Civiles y Políticos de esas naciones.
Por: Junior Pérez.
